jueves, 10 de junio de 2021

¿Por qué los azulejos portugueses son tan famosos mundialmente?

¿Por qué los azulejos portugueses son tan famosos mundialmente?

Descubre las razones por las que el arte de los azulejos resplandece hace siglos en Portugal

Portugal es conocido como el país de los azulejos y alcanza con visitarlo para entender las razones, pero ¿cómo llegó este arte a hacerse tan famoso en ese país y a quedarse asociado a él para siempre?

En este artículo repasamos la evolución del azulejo en esas tierras y te contamos de qué se trata el proyecto de las expertas Alba Plaza y Marisa Ferreira quienes, a través de su taller Gazete Azulejos (@gazeteazulejos), buscan conservar este patrimonio cultural.

Una historia de amor de siglos

El origen de los azulejos se ubica en el Antiguo Egipto y Mesopotamia sobre el siglo 27 a.C., sin embargo, este arte recién fue introducido en Europa por los musulmanes en el siglo VII, cuando conquistaron la península ibérica. Aunque ese fue el momento en que los azulejos llegaron al continente para quedarse, tardarían varios siglos en convertirse en un motivo de orgullo portugués.

La palabra azulejo no es una referencia al azul, un color tan popular en los azulejos portugueses, sino al término árabe azzellj, que significa pequeña piedra pulida.

Rasgos de estilo

Un momento clave en la historia de este arte en en el país fue a finales del siglo XV, cuando el famoso ceramista italiano Francisco Niculoso se instaló en Sevilla y llevó a la península la técnica mayólica, una de las más populares aún en la actualidad.

Esta técnica de esmaltado permite pintar directamente sobre el azulejo y dejar un sello de autor. Su llegada, junto a las de otros maestros, permitiría que patrones de pintura se mezclen y comiencen a adquirir influencias también del estilo gótico. La mezcla pronto revelaría rasgos propios.

Durante el siglo XVI, la pérdida de poder de los árabes daría lugar a la aparición de otras influencias. Los motivos religiosos comenzaron a asomar. En simultáneo, para cubrir la demanda productiva de nuevos palacios y templos, se comenzó a simplificar la producción a través de azulejos con patrones, es decir, con repetición de formas, en este caso, geométricas.   Cuando España toma Portugal a principios del siglo XVII, la producción de azulejos con rasgos de identidad propios cesó para volver con mayor fuerza aún luego de 1668, tras la restauración portuguesa y con nuevas influencias, ahora provenientes de formas de arte orientales como las telas indias y la porcelana japonesa.

Portugal, por entonces, decidió profundizar en la búsqueda su identidad y cambió motivos y patrones para diferenciarse de la tradición. En ese momento nació la Albarrada, un estilo ahora conocido mundialmente, que consiste en la formación, a través de un panel de azulejos, de una maceta, generalmente con una figura a cada lado, dispuesta simétricamente.

La historia reciente

La historia de los azulejos portugueses volvió a sufrir una crisis durante gran parte del siglo XIX cuando diversos conflictos, como las guerras de Independencia de Brasil, paralizaron la producción nacional. Aún así, su uso en el exterior de las casas, tanto en Lisboa como en Oporto, demostraban que el sentimiento nacional respecto a este arte se mantenía.

Durante el siglo XX, artistas como Rafael Bordalo Pinheiro y Jorge Barradas harían una reinterpretación propia del oficio. Un ejemplo de esto son los aportes de la artista Maria Keil que renovaría el mosaico geométrico aportando modernidad.

Al rescate del patrimonio cultural

En 1958 la creación en Lisboa del Museo Nacional del Azulejo selló oficialmente el pacto entre el arte y el país, sin embargo, eso no significa que parte del inmenso patrimonio portugués no esté en riesgo, incluso, en la actualidad.

En junio de 2016, la española Alba Plaza y la portuguesa Marisa Ferreira crearon Os Azulejos de Porto casi espontáneamente cuando, consternadas ante la demolición de importantes edificios, comenzaron a tomar fotografías de las piezas rotas para armar un catalogo y preservar los patrones. El proyecto ha crecido mucho desde entonces y hoy incluye un importante trabajo de investigación sobre estos azulejos, las fábricas que los produjeron, las técnicas, e influencias. Además, ellas mismas enseñan técnicas para preservar el arte a través de su taller Gazete Azulejos (@gazeteazulejos). No importa el tipo u origen: el azulejo es parte indisociable de la estética arquitectónica de muchas culturas y se ha adaptado a cada una de ellas magistralmente. Más allá de una pieza utilitaria, es una expresión artística que sigue viva en la memoria colectiva de brasileños, portugueses, españoles, holandeses y muchos otros pueblos. ¿Te interesa saber más sobre los azulejos portugueses? Puedes aprender todo sobre el proceso de su creación en el curso Diseño y creación de azulejos portugueses a cargo de Gazete Azulejos. También te puede interesar:

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