Conoce los materiales necesarios para crear tus propias piezas de macramé
¿Sabes qué es el macramé? Es una técnica de tejido en la que los artistas utilizan agujas de ganchillo para hacer varios tipos de nudos, creando tramas que resultan en obras únicas y llenas de personalidad.
El nombre de la técnica, macramé, puede tener dos orígenes: la versión más aceptada afirma que deriva del término árabe "migramah" (fleco ornamental), pero también puede haber nacido de la palabra turca "makrama", que significa servilleta o toalla.
La artista textil Natalia Corbi (@nataliacorbi), fundadora de la marca Aram Studio, está especializada en crear obras de macramé con fibras y materiales procedentes de la naturaleza.
Sus proyectos, que están orientados al diseño de interiores, reflejan su pasión por la vida y por la belleza, y recuperan este arte tradicional con un diseño original y contemporáneo. A continuación, Natalia enumera los materiales básicos y los tipos de fibras que debes conocer para crear tus propias obras.
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Materiales necesarios
Marco geométrico
Natalia opta por un marco de madera de 50x50cm. Podemos encargar este tipo de marco en talleres de carpintería o ebanistería. Si queremos, también es posible reutilizar el marco de un cuadro antiguo, o crear uno propio con una técnica de atado que Natalia enseña en el curso.
Cuerda de algodón
Hay tres tipos: la cuerda trenzada de 5 mm, la cuerda retorcida de 5 mm para los flecos, y la cuerda trenzada de 3 mm para el acabado. La primera, de hecho, es una de las favoritas de Natalia. "La utilizo en la mayoría de mis trabajos", afirma.
Tijeras
Para cortar los hilos y los acabados. Podemos utilizar cualquier tipo, siempre que sea capaz de cortar tejidos.
Cinta métrica o cinta de medir
Para medir las cuerdas. "La que más uso es la cinta métrica, porque me he adaptado bien a ella, pero ya descubrirás con cuál te sientes mejor", aconseja Natalia.
Peine fino o cepillo de acero
Se utilizarán para deshacer y peinar los flecos. El cepillo de acero no tiene por qué ser específico para macramé. Natalia, por ejemplo, utiliza uno comprado en una tienda de animales.
Espátula aplanada
Esta es una herramienta de acabado. Es buena para ocultar los hilos cortados. Si no tienes espátula, puedes usar cualquier otro instrumento de punta plana.
Gancho
Sirve para sujetar la estructura sobre la que hacemos el macramé. Es muy útil cuando nuestra pieza se realiza sobre un perchero tipo burro o cualquier otra estructura recta.
Perchero u otro soporte que sirva de apoyo
Apoya la pieza en la que trabajamos. Si no tenemos un perchero tipo burro, podemos sustituirlo por otras estructuras: una percha, un perchero vertical, una barra de cortina, o incluso un clavo en la pared.
Tipos de fibras
A continuación, Natalia enumera una serie de fibras naturales. Sin embargo, antes de conocerlas, es importante recordar que la elección de la cuerda afectará directamente al resultado final del proyecto, ya que cada material tiene unas características específicas.
Cuerdas trenzadas de algodón
Ofrecen una gran definición de las puntadas, además de ser muy resistentes. Hay cuerdas trenzadas con tramas más cerradas —y, por tanto, más rígidas—y otras con tramas más abiertas, más flexibles y capaces de proporcionar un bonito movimiento a las hebras.
Podemos encontrarlos en varios grosores. Natalia suele utilizar las de 5 mm.
Cuerdas de algodón retorcidas
Es un hilo muy suave y bonito, además de ser muy útil si queremos incluir flecos deshilachados a nuestras piezas.
Hilos de algodón
Están compuestos por varios hilos más pequeños trenzados entre sí y son muy fáciles de encontrar. Existen innumerables opciones de grosor y colores y son perfectos para hacer flecos, porque se desenredan fácilmente. Para ello, solo hay que deshacer los trenzados.
Para trabajos más grandes, Natalia recomienda hilos gruesos. Si queremos un resultado más delicado, lo mejor es optar por unas más finas.
Ramio
Esta fibra textil se extrae de la corteza del ramio. Es una fibra más áspera, muy resistente, muy bonita y proporciona un acabado rústico.
Sin embargo, al trabajar con ella, hay que considerar protegerse los dedos con venda cohesiva para evitar que se formen ampollas.
Henequén o sisal
El henequén o sisal es una fibra de la familia del agave y se extrae de las hojas de la planta. Es fácil de encontrar y también aporta un toque rústico. Sin embargo, al igual que el ramio, requiere el uso de venda cohesiva en los dedos.
Se puede encontrar en distintos grosores.
Lana
Bonita, suave y muy utilizada para añadir textura y color al trabajo.
Poliéster
Las fibras naturales se recomiendan en interiores. Si nuestra pieza va a estar en el exterior, expuesta a cambios climáticos, tiene que ser más resistente. En este caso, podemos elegir una fibra sintética, como el poliéster.
¿Te han gustado los consejos de Natalia Corbi? Si es así, apúntate a su curso Introducción al tapiz de macramé y aprende a crear composiciones textiles con diseño contemporáneo a partir de marcos geométricos.
Versión en español de @laura_bernal_m
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