La Edad de Oro de la animación no habría sido posible sin estas ilustradoras, animadoras y directoras de arte
La Cenicienta (1950), Dumbo (1941), Blancanieves y los 7 enanitos (1937) o Bambi (1942). Estas películas clásicas de Disney que marcaron la infancia de millones de niños en todo el mundo tienen algo en común: en todas ellas el papel de las mujeres fue imprescindible.Pese a que los míticos animadores de los inicios de la productora (conocidos como Los Nueve Ancianos de Disney) hayan pasado a la historia de la animación, dentro de la fábrica de sueños fundada por Walt Disney también se abrieron camino cientos de mujeres.
Aunque quizás su historia no sea tan conocida como la de sus colegas hombres.
Durante los años 30, alrededor de 100 mujeres trabajaban en los departamentos de Pintura y Entintado de la compañía, pero era difícil que accedieran a otros puestos como los de animadoras. Esta actitud discriminatoria se puede observar en algunas de las cartas de rechazo que recientemente han salido a la luz.
En ellas, como la enviada en 1938 a la aspirante a dibujante Mary Ford, Disney alegaba que:
"Las mujeres no hacen ningún trabajo creativo en relación con el proceso de creación de los dibujos emitidos en pantalla, y todo ese trabajo es realizado por jóvenes varones".
"Por esa razón no atendemos a las solicitudes femeninas para la escuela de ‘training’. El único trabajo abierto a las mujeres es el de repaso de los personajes en láminas de celuloide con tinta china, y su posterior coloreado del trazo en el reverso transparente"Pero llegó la Segunda Guerra Mundial y la productora tuvo que cambiar su estrategia radicalmente. A partir de los años 40, cada vez más mujeres accedieron a puestos más allá de los tradicionales de pintura y entintado.
El 10 de febrero de 1941, el propio Walt Disney anunció que el estudio comenzaría a formar a mujeres como animadoras.
Entre las razones que alegaba el productor se encontraba lo beneficioso que sería una mayor versatilidad de las empleadas, la posibilidad de que el alistamiento para la guerra afectara a los jóvenes empleados y el derecho de estas mujeres a las mismas posibilidades de ascenso que los hombres.
Desde entonces, decenas de mujeres ocuparon puestos en otros departamentos, como el de animación, dirección de arte o diseño de personajes. Estas son solo algunas de las pioneras que lograron llegar a puestos reservados para hombres:
Retta Scott
Animadora
Retta Scott se considera la primera mujer en ser acreditada como animadora en una película de Disney. Scott llegó a la productora en 1938, donde comenzó trabajando en el departamento de Historia y Documentación.
En ese momento se estaba produciendo uno de los grandes clásicos de Disney: Bambi (1942). El trabajo de Retta Scott era mayoritariamente conceptual y sus bocetos y guiones gráficos estaban destinados a servir de inspiración para los animadores.
Pero la extraordinaria calidad de algunos de ellos, como el que ilustraba la famosa pelea entre unos perros salvajes y Bambi, llamó la atención de los míticos animadores Frank Thomas y Ollie Johnston. "Un momento sorprendente para nosotros fue cuando vimos los asombrosos bocetos de Retta Scott sobre los perros feroces ...", dijeron posteriormente, según se recoge en la web de Walt Disney Family Museum.
La velocidad, el dinamismo y la fuerza de estos bocetos lograron que tanto Thomas como Johnston considerasen que nadie, salvo la propia Scott, podría animar mejor esas escenas.
Y así fue. Al comenzar la producción de Bambi (1942), Retta Scott fue ascendida al departamento de animación de Disney y con sus manos dio vida a la escalofriante pelea que dejó con los ojos pegados a la pantalla a miles de niños. Scott participó en las películas Fantasía (1940) y Dumbo (1941), así como en un largometraje cancelado llamado Wind in the Will.
Hazel Sewell
Directora y animadora
Hazel Sewell fue una animadora estadounidense y la primera directora del Departamento de Pintura y Entintado de Walt Disney Studio. Además, fue la cuñada de Walt Disney y ayudó en el entintado del corto Mickey Mouse Plane Crazy (1928). Sewell trabajó en tinta y color pero también ejerció como directora de arte en el primer gran clásico de la productora: Blancanieves y los 7 enanitos (1937). Más adelante, participaría en la animación de Bambi, (1942) otra de las grandes películas de la compañía. Sewell estuvo trabajando para el estudio hasta 1938, cuando dimitió después de 11 años de trabajo.
Retta Davidson
Animadora
Retta Davidson comenzó su carrera en Disney como muchas otras mujeres: en el departamento de tinta y coloreado, donde trabajó en Pinocho (1940), Bambi (1942) o Fantasía (1940). En 1941, con el reclutamiento de animadores para luchar en la Segunda Guerra Mundial, la productora pidió a las mujeres de Pintura y Entintado que enviaran una muestra de su trabajo para valorar si estaban capacitadas para formarse en el departamento de animación. Fue el caso de Davidson, aunque en 1942 dejó pasar esa oportunidad para alistarse en la Marina, tal y como cuenta el animador Floyd Norman en este artículo.
Al acabar la guerra, regresó a Disney, donde trabajó como asistente de animación para varios animadores. Davidson volvió a dejar el estudio en 1966 para volver otra vez en los años ochenta, donde esta vez sí que trabajó en películas como animadora: Tarón y el caldero mágico (1985) o Basil, el ratón superdetective (1986), entre otros films.
Mary Blair
Ilustradora y directora de arte
Aunque Retta Scott abriera camino, quizás la mujer más conocida dentro de la Edad Dorada de Disney sea la dibujante Mary Blair. Sus dibujos son míticos y por sus manos pasaron buena parte de los éxitos de Disney. Mary Blair comenzó a trabajar en la productora en 1940, donde participó como ilustradora en la película Dumbo(1941).
En 1941, Mary Blair se embarcó en un viaje por Latinoamérica con otros animadores de la compañía. La razón era política pero ese tour influyó enormemente en su estilo posterior. El presidente Roosevelt consideraba que había que estrechar lazos con sus vecinos y para eso envió a representantes de distintas disciplinas de visita. Blair y sus colegas recorrieron México, Chile, Argentina, Brasil, Perú y otros países.
La artista bebió de la estética y de la riqueza cromática de estos países y lo reflejó a su vuelta en coloridos conceptos artísticos para películas como La Cenicienta (1950), Alicia en el País de las Maravillas (1951) o Peter Pan (1953).
La carrera de Mary Blair en Disney no se limitó a las películas de animación. Suyo es el diseño de It's a small World, una de las atracciones más famosas de los parques de atracciones de Disney.
Ruthie Tompson
Animadora
Fue otra de las pioneras de la animación que comenzó su andadura profesional en el departamento de Pintura y Entintado. Durante cuatro décadas, trabajó en distintos proyectos revisando las celdas de animación antes de que fueran rodadas o planificando las escenas de películas como Fantasía (1940), Dumbo (1941), La bella durmiente (1950) y Mary Poppins (1964).
Sylvia Holland
Ilustradora y guionista gráfica
Cuando Sylvia Moberly-Holland vio la película Blancanieves y los siete enanitos (1937) decidió que quería trabajar para Disney. Hasta que por fin lo consiguió. En 1938, Holland se convirtió en la segunda mujer en convertirse en artista de guion gráfico en el departamento de guion, después de otra mujer clásica en la compañía, Bianca Majolie. Esto era extraordinario ya que, como hemos mencionado anteriormente, por esa época eran pocas las mujeres que se salían del entintado y la pintura.
La artista trabajó en el estudio conceptual, el diseño de personajes, los fondos y los estudios de color de la increíble película Fantasía (1940).
Estos son solo algunos nombres, pero como estas seis mujeres creativas, otras muchas profesionales hicieron frente a las trabas de la época para abrirse camino en el mundo de la animación, creando algunas de las películas clásicas que hicieron soñar a miles de niños en todo el mundo.
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