lunes, 22 de febrero de 2021

Cómo comenzar tu propia colección de arte en casa

Cómo comenzar tu propia colección de arte en casa

Los consejos del ilustrador Manuel Bueno sobre todo lo que siempre quisiste saber del coleccionismo amateur

Quizá muchos de nosotros pensamos que los coleccionistas de arte son personas con infladas cuentas bancarias, que viven en mansiones y participan en subastas artísticas por simple diversión. Sin embargo, el arte no es de unos cuantos ni debe estar relegado a los grandes museos.

Tú también puedes volver tu espacio personal en un lugar en el que el arte de todo tipo lo haga más atractivo, ayudándote a sentirte más cómodo en él. Por eso hablamos con el diseñador gráfico, impresor e ilustrador Manuel Bueno Botello (@buenobueno), que tiene experiencia en el mundo del coleccionismo, tanto para fines profesionales como personales.

¿Cuál es el primer paso que debemos seguir si deseamos iniciar nuestra propia colección de arte?

Lo primero es identificar qué es lo que te gusta. Si comienzas a consumir material gráfico, puedes empezar a averiguar qué te gusta, qué te emociona, pero que al menos despierte algo en ti, para bien o para mal.

Después, puedes investigar cuáles son los lugares en los que se vende el arte. Un primer acercamiento pueden ser bazares, galerías locales, amigos, etcétera.

Personalmente fue un proceso lento porque nunca había comprado arte, y yo no estuve presente cuando mis papás compraban, por ejemplo, un cuadro para la casa. Entonces, la primera vez que pregunté por el precio de una obra en una galería, me impresioné (costaba alrededor de 300 dólares). En contraste, mi cuarto de adolescente estaba decorado con postales o pósters que no me costaron nada. Sin embargo, en esa misma galería, comprobé que había otros productos más accesibles, como prints, pines y objetos (quizá por alrededor de 25 dólares) y entendí que no todo debía ser necesariamente costoso.


Cuando hagas tu primera compra, aunque sea de algo barato, comenzarás a ver más opciones y lugares, y será parte importante de perderle el miedo a este proceso.

Es bueno empezar poco a poco, pero ¿cómo podemos saber que estamos listos para una primera inversión más grande?

A mi entender, hay dos formas de verlo: como una inversión o como un gusto. En la primera, influyen variables especulativas: cómo se cotiza el artista, proyecciones sobre el trabajo del autor, si está vivo o muerto, quiénes tienen sus otras piezas, en qué galería se está vendiendo, etcétera. La otra vía, es pensarlo como algo que es solo para ti y la única variable a considerar es cuánto piensas gastar en ello.

Retomando mi primera vez, no compré ese cuadro. Tiempo más tarde, hablé con Pachiclón, el autor, y le mencioné que me había gustado mucho su cuadro. Él me dijo que seguía disponible, y me lo vendió directamente, incluso con un descuento.
Eso me ayudó a entender dos cosas para crear mi propia colección:

- Las obras de arte tienen un valor.

- No hay que asumir este valor. Siempre hay que preguntar para entender las posibilidades que haya de adquirir una pieza (plan de pagos, intercambio, etc.).

Si ya tengo algunas piezas, ¿cuál es la mejor forma de curar tu propia colección?

Para comenzar a curar tu propia colección, la mejor idea es verlas en tu espacio. Si puedes, pon a la vista todo lo que tengas, ya sean enmarcadas, pegadas, recargadas, o lo que sea… lo importante es que puedas verlas todo el tiempo. Así, cuando veas una nueva obra, podrás entender más rápidamente si quieres que forma parte de tu colección o no.


Algo que me gusta de tener arte en mis paredes, es que las piezas van rotando. Si hay algo que ya no me gusta tanto, en lugar de almacenarlo, lo intercambio con amigos o lo regalo. Al tener el control de tu espacio, siempre puede verse como tú quieras.


Es muy interesante la idea de intercambiar piezas con otras personas. ¿Cómo funciona para ti?

Por ejemplo, hace poco me visitó mi amiga la ilustradora Jimena Estíbaliz (@jimena.estibaliz). Hicimos una suerte de intercambio de piezas, sin hablar de un regalo, sino de que las obras pasarían de una casa a otra.

Esto refuerza la idea de que cuando adquieras algo, pienses que no necesariamente tiene que ser para siempre. Quizá la idea del museo, para nuestra realidad, no sea tan vigente. Trabajé por algún tiempo en una imprenta risográfica, por lo que comencé a pensar en el tema desde el interiorismo, y ya no tanto desde un posible “glamour” del arte.

¿Cuál es tu opinión sobre adquirir obras originales frente a reproducciones?

Depende mucho de cuál sea tu objetivo. Muchas veces no tengo el dinero para pagar una obra original de autores que me encantan, pero he comprado sus prints y estoy igual de satisfecho de tenerlos en casa. No tiendo a pensar en esa diferencia.

En mi casa tengo una reproducción de Matisse y no me afecta saber que jamás tendré el original.

 De todas formas, entiendo que es una cuestión muy personal. Si de verdad te interesan las firmas y a tu abordaje al arte es como una inversión, es buena opción centrarte en buscar piezas originales.


Tengo enmarcadas todo tipo de piezas: recortes de revistas, postales, prints… Yo pondero la imagen sobre una posible ficha técnica de una pieza.
- Manuel Bueno Botello.

¿Cuáles son las diferencias que ves entre coleccionar piezas de fine art y de ilustración?

Algunas personas en las artes consideran que la pieza vale de acuerdo con la trayectoria del autor. En la ilustración es distinto. No existe un sistema organizado, por lo cual tenemos más libertad. Eso hace que las piezas que adquiero tengan un valor más mío, que se aleja de lo especulativo. Duermo tranquilo sabiendo que no tengo una pieza de 9 mil dólares en mi casa.


¿Qué nos puedes decir de coleccionar objetos?

Insisto en que todo lo que coleccionas se te meten por lo ojos. Estén donde estén, estos objetos contribuirán a construir tu espacio y su ambiente.



En conjunto, plantas, muebles, tapetes, mascotas, objetos utilitarios, esculturas y/o cuadros, conviven por igual. Las piezas dejan de ser algo sacro y se vuelve algo cotidiano… algo que es tuyo.


¿Tienes algún comentario sobre el darle valor a las piezas internacionales por encima de las que se hicieron en nuestra localidad?

Esto definitivamente se diluyó y se polarizó con la aparición de internet. Hoy en día, podría comentarle a un creador en Instagram, sin importar de qué país sea, y tener una pieza suya. Es tan fácil como preguntarles cuánto cuesta su trabajo: en la mayoría de los casos no son personas inalcanzables, sino que viven una vida muy similar a la mía.


Para mí, lo local no significa que algo sea de mi ciudad, sino que sea similar o afín a lo que me gusta, y a mis propias experiencias.



Por otro lado, a lo polarizado lo veo en que si no apoyamos nuestra propia escena, es más difícil que subsista y crezca. Pienso que la ilustración, al ser tan amplia, no permite tanto que se forme un gremio, y a veces hay cierta competencia o recelo. Entre más se abran los espacios y se colabore, podremos trabajar más como una sola escena. Por ejemplo, podremos establecer ciertos indicadores para comparar cuánto cuestan distintos tipos de piezas, lo que nos ayudaría a que el sistema en su conjunto funcione mejor.



Por último, cuéntanos de una pieza que deseas tener en tu casa y no has adquirido.

Es una serigrafía de Papa Ferrari, un ilustrador neerlandés.

Manuel Bueno Botello (@buenobueno) es un ilustrador y diseñador gráfico graduado de Centro, desertor de la imprenta Macolen, y amante de los cuadernos. ¡Conoce más de su trabajo en Instagram y espera muy pronto su curso en Domestika!

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