Descubre las características de este oficio en palabras de profesionales de renombre
Un diseñador gráfico resuelve problemas. Su trabajo, en resumen, consiste en encontrar soluciones visuales para transmitir ideas y conceptos. Para lograr este objetivo, el profesional se apoya en programas como Photoshop, Illustrator, Indesign, After Effects, etc., y a menudo trabaja en colaboración con anunciantes, periodistas y directores de marketing, entre otros.
La gama de productos y servicios que un diseñador gráfico es capaz de desarrollar es bastante amplia y puede tener diferentes niveles de complejidad: desde un cartel de exposición hasta la identidad visual de una nueva marca, pasando por la publicación de revistas y libros, la creación de logotipos, el embalaje, las ilustraciones y las impresiones. La lista es inmensa y en definitiva se trata de aplicar la creatividad a las necesidades y particularidades del proyecto.
El profesional
Para Sagi Haviv (@sagi), socio del conocido estudio de branding y diseño Chermayeff & Geismar & Haviv, una de las cualidades esenciales del diseñador es la capacidad de pensar lo nuevo. "Tener ideas es el corazón de nuestro trabajo ", afirma. Cuanta más información, habilidades y referencias lleve el diseñador en su mochila, mejor.
Cada proyecto requiere una habilidad diferente. Para la portada de una revista, por ejemplo, es necesario aplicar conocimientos de tipografía y teoría del color, pero lo esencial es priorizar la información. Por otra parte, un embalaje se centrará en los materiales, las texturas y los volúmenes, con un mensaje más implícito y un mayor atractivo estético.
Tal vez por eso Haviv, que ofrece el curso Diseño de logos: del concepto a la presentación en Domestika, describe al diseñador gráfico como una especie de "renacentista moderno". El diseñador, tipógrafo y artista Pepe Gimeno (@pepegimeno), profesor en Las leyes de la percepción visual: unidad, peso, equilibrio y movimiento, ve en la actividad del diseñador gráfico un puente entre dos mundos: las disciplinas de la estrategia y el concepto, como el marketing, la comunicación y la publicidad, y las que también utilizan principios de la percepción visual, como la ilustración, la fotografía y el arte en general. "Esto le da un perfil muy especial a la profesión. Diría que lo que nos distingue es el uso de la tipografía. Eso es lo que nos hace especiales", añade.
Leire Fernández y Eduardo Herrera (@leireyeduardo), profesores de la Universidad del País Vasco y responsables del curso Diseñar para comunicar, señalan otro aspecto de la profesión del diseñador gráfico: el control de los significados. "Nuestro trabajo consiste en organizar visualmente el contenido eligiendo y combinando diferentes signos".
Las habilidades más comunes
Algunas de las habilidades técnicas más comunes de un diseñador gráfico son:
- Dominio de la Adobe Creative Suite
- Edición de fotos
- Ilustración
- Diagramación
- Redes sociales
- Gestión de proyectos
- Tipografía
- Embalaje
- Infografía
- Branding
Las actividades más comunes
Las actividades más comunes son:
- Creación de piezas gráficas impresas como carteles, folletos, tarjetas de presentación, postales, paquetes, etc.
- Publicación digital para páginas web, blogs y redes sociales
- Desarrollo de logotipos e identidades visuales
- Diagramación de las publicaciones digitales e impresas
- Dirección de arte
Formas de trabajar
Básicamente, el diseñador suele trabajar de tres maneras diferentes: en una empresa, pública o privada, en una agencia o como autónomo. Cada modalidad tiene sus ventajas y desventajas, y corresponde al profesional decidir cuál se ajusta mejor a su perfil y a sus ambiciones.
Cuando trabaja en una empresa, el diseñador gráfico produce piezas creativas exclusivas. En el caso de una marca de zapatos, por ejemplo, puede ser responsable del concepto de una campaña, de la investigación de materiales, del empaquetado, de la página web, de los materiales para redes sociales, etc. En este régimen de trabajo, es necesario ser capaz de realizar varias tareas simultáneamente. Una de las ventajas es la estabilidad y la opción de conocer, a lo largo del tiempo, el nicho en el que se opera, convirtiéndose en un experto. En una agencia, el diseñador ejecuta proyectos para los clientes de su empleador. Debido a ello, la variedad y la demanda de proyectos es mucho mayor. Los plazos tienden a ser más ajustados y, aunque las funciones de cada diseñador son más específicas, es común trabajar en varios proyectos al mismo tiempo. Si te gusta una rutina dinámica, este trabajo es para ti. Para aquellos que prefieren planificar y evitar cambios inesperados, puede que esta no sea una buena opción.
Por último, están los autónomos. La mayoría trabaja desde casa, con la ventaja de configurar su propio horario y seleccionar clientes y proyectos. Pero no todo es positivo. Ser tu propio jefe requiere disciplina y una buena cartera de clientes, normalmente construida a lo largo del tiempo. También es importante tener en cuenta la inestabilidad financiera y la necesidad de preocuparse por otros aspectos de la profesión, como la publicidad, los impuestos, los materiales, etc. Si te ha gustado este artículo y quieres dar tus primeros pasos en este ámbito o eres un profesional que busca expandir su horizonte, echa un vistazo a la sección de cursos de diseño gráfico de Domestika.
Versión en español de @laura_bernal_m
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