viernes, 1 de mayo de 2020

Cómo hacer un mood board para diseño de interiores

Cómo hacer un mood board para diseño de interiores

Conoce las características y funciones de esta herramienta creativa de interiorismo

Todo creativo necesita inspiración, de eso no hay duda. Pero hay una diferencia entre la que vive en cada creativo de forma latente, y aquella que logra trascender en un proyecto materializado. Esa variable es la sistematización y el trabajo de ordenamiento de ideas, gustos y elementos que rondan la imaginación.

Pero, por muy complejo que pueda sonar lo anterior, no lo es en absoluto, y el mood board es la herramienta creativa que lo prueba. Descubre a continuación lo que debes saber para crear tus propios muros de inspiración para diseño de interiores.

¿Es necesario un mood board en diseño de interiores?

Como en cualquier otro tipo de proyecto creativo, lo es. No solo como referencia estética, sino para jugar con combinaciones y definir las texturas y materiales que usarás para trabajar. Aterrizar tus ideas en un mood board te ayudará a definir la dirección de tu proyecto.

Para @decostudio el mood board sirve para presentar, transmitir la esencia, el concepto y el estilo del diseño que se propone. Es el punto de partida indispensable para organizar nuestras ideas. Es la forma de ordenar visualmente todo el fruto de nuestra investigación y propuesta.

¿Por dónde empiezo?

El proceso para crear un mood board puede ser tan libre como lo desees. Sin embargo, estas claves te ayudarán si no tienes muy claro por dónde empezar.

- Lo primero: prepárate para clasificar
Si el mood board es lo que sigue a concebir un idea, entonces esto debe tomarse muy en serio. Disponte a crear un hábito de búsqueda de referentes, pero también de clasificación y organización. Sin que esto genere estrés, la realización de tu mood board debe convertirse en un hábito organizado que le dé el primer toque de realismo de ejecución a tu proyecto.

Ana Milena Hernándes de @masquespacio recomienda que organices archivos y carpetas (tanto físicos como digitales) de distintos materiales que llamen tu atención. Por ejemplo, puedes organizar carpetas por espacios, como cocina, baño, pisos, etcétera.

- Encuentra el sentido y estilo visual
Una de las claves del diseño de interiores (y de los proyectos visuales y plásticos en general) es la paleta de colores. Deberás asegurarte de que tu proyecto tenga armonía, así que a menos que tengas conocimientos de diseño gráfico, te recomendamos hacer uso de generadores de paletas de colores como Coolors, una app gratuita que te permite crear tus propias gamas cromáticas y probar con distintas combinaciones de forma amigable y sencilla.

En este vídeo, aprenderás con Masquespacio (@masquespacio) a elegir los colores indicados para cualquier proyecto: - Reúne todas las imágenes que puedas
Recortes de revistas, fotografías de los accesorios que crees que pueden formar parte de tus composiciones de decoración, etcétera. Para este punto puedes recurrir a cualquier tipo de fuentes: desde tus libros favoritos de interiorismo, hasta plataformas web como Pinterest, Instagram, Behance, Flickr o Designspiration.

No te limites, pues el proceso de selección y filtro vendrá de manera automática más adelante. Es importante notar que no tienes que buscar solamente imágenes de muebles o artículos del hogar. Lo importante es que la imagen que uses despierte una emoción en ti o te inspire. - Identifica conceptos clave
Una vez que tengas listo el collage de las imágenes que han llamado tu atención y que despiertan en ti la inspiración, analízalas con detenimiento e identifica cuáles son las constantes: tonalidades, siluetas o formas particulares, corrientes de decoración que sobresalgan entre las demás, etcétera.

Intenta verbalizar esas constantes y crea una lista de palabras. Éstas serán tu primera gran guía para empezar a filtrar y delimitar tu proyecto de decoración.
- Viene lo difícil: empieza a filtrar
Con base en los conceptos que has definido, crearás automáticamente un estilo que deberás acotar poco a poco; lo más recomendable es que compares los elementos del collage que has armado sobre el mood board, y que de par en par elijas el que para ti tiene mayor relevancia representativa de tu idea original, lo que te haga sentir más cómodo en cuanto a estética y realización.

El objetivo de este paso es que consigas reducir el número de imágenes al mínimo posible, de forma que tu idea se convierta en un plan realizable.

¿Físico o digital?

No importa si trabajas tu mood board de forma física o digital. Sin embargo, hay que decir que el estudio de texturas puede ser mucho más revelador cuando experimentas sus contrastes físicamente con superficies, accesorios y otros elementos.
Lo más recomendable es que empieces con lo análogo y, una vez que tengas el concepto definido, pases a la digitalización para jugar con el acomodo de ideas.

Para este paso, es buena idea usar programas de diseño como Illustrator o Photoshop, o plataformas gratuitas como Befunky, que te permite armar esquemas en formato de mood board. En este vídeo, verás un ejemplo de uso de programas:
Para la etapa análoga, puedes usar como base el material que desees y la posición que mejor te acomode para contemplarlo: un cartón sobre el piso o el escritorio, o un corcho o tela colgados de algún muro. Esto dependerá totalmente de tu preferencia.

En este vídeo, verás la técnica que se usó para el concepto de una tienda de ropa:

La regla de oro

No importan tanto las técnicas y tiempos como el resultado, así que si quieres saber si el desarrollo de tu mood board va por buen camino, lo único que tienes que preguntarte es si lo que ves representa la idea original concebida.

Recuerda que el mood board es una herramienta que tiene el objetivo en proyectar tu esencia, estilo y personalidad.
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luisa.mcadena

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