Estas son algunas de las firmas más interesantes del mundo creativo que han pasado a la historia por su indiscutible personalidad y estilo caligráfico
El 23 de enero se conmemora el Día de la escritura a mano, una celebración que propuso la Asociación de Fabricantes de Instrumentos de Escritura (Writing Instrument Manufacturers Association) en 1977. Se eligió el día en honor del natalicio de John Hancock, uno de los hombres que firmaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Su elegante y elaborada firma fue tan notable, que hasta hoy en ese país se le llama “John Hancock” a la firma de una persona.
En esta lista recopilamos siete firmas de creativos de distintas disciplinas con detalles curiosos que querrás conocer.
Albrecht Dürer
Un monograma es un símbolo creado con dos o más letras o grafemas. Quizá el ejemplo más emblemático de su uso a modo de firma en el arte es el de Durero, pintor alemán del siglo XVI. Se ha podido ubicar la fecha de creación de sus piezas, identificar falsificaciones y obras de sus aprendices de acuerdo con el ángulo de las letras A y D. Algunos consideran que este monograma fue uno de los primeros usos de un logo, así como una valiente declaración sobre la importancia de la identidad del artista.
Frédéric Chopin
El compositor polaco del siglo XIX tenía una hermosa caligrafía, que como sucede con otros músicos, resulta muy interesante de ver en sus partituras. Chopin usó distintas firmas a lo largo de su vida. Esta versión, además de reflejar su nombre, asemeja la forma de una figura musical negra.
Pablo Picasso
La firma del pintor español se volvió tan valiosa, que cuando entregaba un cheque la gente lo conservaba en lugar de cambiarlo. Su reconocible firma muchas veces está escondida dentro de sus pinturas, como otro elemento más de la composición. En los años noventa uno de sus hijos vendió los derechos para el uso de su nombre y firma a la compañía automotriz Citröen por 20 millones de dólares.
Frida Kahlo
La pintora mexicana escribió cientos de postales y cartas, a menudo acompañadas de su firma y pequeños ornamentos. En sus diarios también jugaba con el tamaño de las letras y acompañaba las páginas de dibujos coloridos. En algunas de sus obras, pintó en lugares prominentes su firma, la fecha, lugar y algunas frases, como la conocida “Viva la vida”. Sin embargo, en la mayoría de sus pinturas la firma está en alguna esquina inferior, en una letra cursiva claramente legible.
Saul Bass
El diseñador estadounidense, ganador del Oscar, pasó a la historia por sus hermosas secuencias avant-garde en títulos de películas, como las de Vertigo, Psycho y North by Northwest de Alfred Hitchcock. También diseñó pósters de películas y muchos logos corporativos. A Bass le gustaba firmar sus cartas con un robalo (sea bass en inglés) con su propio rostro.
Thom Yorke
El músico británico, líder de Radiohead, incorpora en su firma un autorretrato humorístico. Ya sea para firmar cartas donde expresa sus opiniones políticas o autógrafos para sus seguidores, dibuja un rostro que a veces tiene un ojo más pequeño, un reconocimiento de su célebre párpado caído. Los trazos de los dientes recuerdan al logo del oso sonriente del álbum Kid A (también llamado Modified Bear o Test Specimen), del que Yorke es cocreador.
J. K. Rowling
La autora británica de la saga Harry Potter está entre las personas vivas cuya firma se cotiza más alto entre coleccionistas. En la actualidad es raro que autografíe libros u otros materiales, a menos que sean para algún tipo de beneficencia. Uno de sus libros firmados puede valer entre 2 mil y 15 mil libras —si se trata de una serie completa— por lo que abundan las falsificaciones. También te puede interesar:
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