miércoles, 3 de julio de 2024

Cómo dibujar un cocodrilo: Un libro para personas que quieren aprender a dibujar, pero lo creen imposible

Cómo dibujar un cocodrilo: Un libro para personas que quieren aprender a dibujar, pero lo creen imposible

Entrevista con Puño: Descubre su nuevo libro y su enfoque único para enseñar a dibujar

Hoy nos sumergimos en el fascinante mundo de la ilustración de la mano de Puño, un ilustrador y educador que ha dedicado casi treinta años a enseñar el arte del dibujo en diversas plataformas. En esta entrevista, exploramos su más reciente obra, "Cómo dibujar un cocodrilo", un libro que promete romper barreras y demostrar que todos, sin excepción, pueden aprender a dibujar.

¿Qué te inspiró a escribir Cómo dibujar un cocodrilo y qué mensaje principal esperas transmitir a los lectores?

Hacía ya mucho tiempo que tenía ganas de recopilar en un libro todos los pensamientos sobre el dibujo y todos los ejercicios que se me han ocurrido o que he recopilado a lo largo de casi treinta años enseñando a dibujar en escuelas, talleres y cursos online, con la intención de seguir divulgando la idea de que todo el mundo puede aprender a dibujar, y que el camino de ese aprendizaje está lleno de todo tipo de beneficios. Prácticamente, el libro funciona como una biblia sobre la educación artística más básica, lo que me gusta llamar alfabetización gráfica, que también puede utilizarse como guía para enseñar a otras personas.

En tu experiencia, ¿cuáles son los mayores obstáculos que enfrentan las personas que creen que es imposible aprender a dibujar y cómo aborda tu libro estos desafíos?

Los mayores obstáculos que enfrentan las personas que creen que no pueden aprender a dibujar o que ya es demasiado tarde para hacerlo son sus propias barreras mentales. Cuando crecemos, el dibujo pasa de ser un espacio sobre el que tenemos el control absoluto a convertirse en una oportunidad para que los demás puedan juzgar nuestras habilidades, y lo vamos abandonando según nos llenamos de prejuicios, de dudas y de inseguridades. También nos hemos malacostumbrado a la inmediatez de las cosas, y parece que nos desaniman los procesos que necesitan de plazos extendidos para arraigar en nuestro cerebro. En Cómo dibujar un cocodrilo, al igual que en mis cursos, la inmersión en la materia se hace muy paulatinamente y de forma divertida, de forma que puedas adquirir y desarrollar una nueva habilidad casi sin darte cuenta.

¿Puedes contarnos más sobre la estructura del libro y cómo se diferencia de otros libros de dibujo en el mercado?

El libro está dividido en cinco bloques: Pensar, Observar, Dibujar, Crear y Publicar, para abordar, comprender y explorar paso a paso cada una de las fases que nos lleva a convertirnos en dibujantes, con el cronometraje que necesitan las habilidades que van a acompañarnos toda la vida. Es un libro que se puede seguir desde el nivel más bajo, incluso si nunca antes has agarrado un lápiz o si no lo has hecho desde tiempos remotos. Cada desafío propuesto supone un paso más hacia la meta de convertirnos en dibujantes, a pesar de que la dificultad que entraña cada uno es muy sencilla. ¡Y, además, creo que a pesar de ser un libro serio ha quedado muy divertido!

En el libro, mencionas técnicas específicas para aprender a dibujar. ¿Cuál es tu técnica favorita y por qué?

Sin duda, creo que mi parte favorita del libro, así como la del proceso de aprendizaje en general, es aquella que trata sobre nuestra capacidad de observar, de contemplar el mundo que nos rodea con otros ojos, con otro ritmo y otra atención que la que le dedicamos normalmente. Observar es dibujar antes de apoyar la punta del lápiz sobre el papel, cuando el acto de dibujar comienza a moverse en nuestro cerebro, absorbiendo información a través de nuestros ojos, almacenándola y comparándola con aquella que ya teníamos. En el libro hablo de esto de forma extensa y planteo una serie de actividades para fortalecer nuestra capacidad de observar, y por lo tanto de comprender el mundo, que creo que han sido las que me han hecho destacar como profesor durante todos estos años ¿Qué papel juega la creatividad en el proceso de aprendizaje que propones en el libro y cómo puede alguien fomentar su creatividad mientras aprende a dibujar?

La creatividad no solo es una habilidad para generar y relacionar ideas. También es una herramienta para resolver problemas, una forma de observar el mundo y la posibilidad de manifestar lo que imaginamos. Solemos vincularla a lo artístico, pero es una aptitud que aplicamos cotidianamente, en nuestra forma de relacionarnos con los demás, de trabajar o de alimentarnos. No solo la utilizamos para dibujar o para escribir canciones, sino también cuando elegimos cada mañana la ropa que vamos a ponernos, o cuando preparamos el desayuno. Desarrollar la creatividad afecta positivamente a nuestra vida personal. Para hacerlo es necesario entrenar principalmente tres habilidades: la de observar, que es un método estupendo para recoger ideas; la de procesar, para interpretar, relacionar, mejorar, completar esas ideas y así generar otras propias; y la de evaluar, para valorar esas ideas y discernir las que nos interesan de las que vamos a desechar. Por todas estas razones, dibujar es una forma excepcionalmente accesible y eficaz de desarrollar estas habilidades.

Tu libro está dirigido a personas que creen que es imposible aprender a dibujar. ¿Tienes alguna historia o anécdota de un lector o estudiante que haya superado esta creencia gracias a tus enseñanzas?

No tengo muchas anécdotas sobre esa cuestión, pues es muy habitual que mis alumnos retomen el dibujo a cualquier edad después de pasar por mis cursos o mis talleres, ya que soy un profesor muy obstinado, pero sí que suelo recibir mensajes de personas para las que volver a dibujar de adultos y cultivar una nueva actividad artística a cualquier edad les ha afectado de manera muy positiva en sus vidas, ayudándoles a superar baches emocionales o sencillamente embarcándose en una nueva faceta de su personalidad, proclive a la aventura y el descubrimiento.

Además de las técnicas de dibujo, ¿qué otros consejos o hábitos recomiendas a los principiantes para mejorar sus habilidades artísticas?

Sin duda, observar. A nuestro cerebro le encanta analizar y procesar datos frescos. Los usa para establecer conexiones entre lo que estamos viendo y lo que ya sabemos, algunas muy sutiles que pasan desapercibidas, como que tu pie y tu antebrazo miden exactamente lo mismo, que tu ojo izquierdo se encuentra a un ojo de distancia de tu ojo derecho, o que todas las ramas de un árbol se bifurcan a la misma altura. Aprender a establecer este tipo de conexiones es indispensable para dibujar. La cara, el cuerpo, otras personas, las plantas, las nubes, los animales, las bicicletas, los edificios… podemos fijarnos en cualquier cosa que tenga una estructura. Mirarlas con lentitud, con paciencia e insistencia. Aunque parezca que hemos exprimido toda la información posible, si continuamos observando acaban apareciendo nuevas conexiones. La casa, la calle, la playa, los parques, el mercado, los museos y el transporte público son excelentes lugares para observar. ¡Hay una lección de dibujo en cada cosa que nos rodea! Hazte con tu ejemplar y aprende a dibujar en sus cursos de Domestika:

- Ilustración original de tu puño y tableta
- Dibujo para principiantes nivel -1
- De principiante a superdibujante
- Dibujo y creatividad para pequeños grandes artistas
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Puño

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