lunes, 19 de febrero de 2024

Hablamos con Raúl Barreras, montador de la premiada «20 000 especies de abejas»

Hablamos con Raúl Barreras, montador de la premiada «20 000 especies de abejas»

¿Cómo es el trabajo de un montador de cine? Nos lo cuenta Raúl Barreras, parte de la premiada 20 000 especies de abeja

Era principios de 2023 cuando 20 000 especies de abejas se hizo un hueco en las noticias culturales de España gracias a su jovencísima actriz, Sofía Otero, se llevase el Oso de Plata a la mejor interpretación de la Berlinale.
Tuvimos que esperar hasta abril para poder disfrutar de esta película y saber que, sin duda, iba a ser una de las favoritas de los Goya 2024. Y así fue, el pasado 10 de febrero el largometraje de la directora Estibaliz Urresola Solaguren se hizo con tres Goya a Mejor dirección novel, Mejor actriz de reparto y Mejor guion original.
El editor de cine Raúl Barreras fue parte de la creación de esta obra, trabajando de la mano de Estibaliz Urresola Solaguren para darle forma a través del montaje de la película. Conversamos con él para que nos cuente cómo fue su experiencia, cómo han sido estos años como trabajador en el mundo del cine y qué consejos daría a las personas que quieren dedicarse a esta industria.

Empecemos por el principio, ¿en qué consiste exactamente el trabajo de montaje?

El montaje en el cine llega justo después del rodaje, es cuando se hace frente al material filmado. Primero hay que visionar todo para después narrar a través de lo creado. Es una especie de escritura con imágenes. Se trabaja en conjunto con dirección para seleccionar las mejores tomas, trabajar en las actuaciones y en la estructura. Se trabaja con elementos tan complejos como las emociones o el ritmo. En el documental The Cutting Edge se explica muy bien nuestra profesión para quien le pueda interesar indagar más en el tema.

Dices en tu biografía de Domestika que el cine siempre ha formado parte de ti, pero ¿cómo decides que tu lugar es el área de montaje?

No conocía a nadie que trabajase en el audiovisual, así que mi primera aproximación a trabajar con imágenes fue descargando un programa de edición y varias películas y creando piezas con ello. Me divertía mucho haciéndolo, se me pasaban las horas volando. Empecé de esa forma autodidacta, más como una afición, y luego pude profundizar en el cine gracias a los estudios en la EICTV.

Los aficionados al cine hemos oído hablar mucho de la escuela cubana de cine, ¿cómo ayuda esta escuela en tu carrera profesional?

Muchísimo, tanto que veo difícil que hoy me dedicase al cine si no hubiese estudiado allí. Es una especie de internado en el que se convive con gente de todo el mundo con una pasión común y al estar en contacto con nacionalidades distintas el aprendizaje va más allá de lo cinematográfico y se convierte en una experiencia transformadora. Además, hasta que llegué allí nunca me había encontrado con tanta gente que le gustase el cine, así que para mí fueron tres años de ensueño. La escuela puede que no cuente con medios tan avanzados como otras, pero no hace falta porque cuentan con un profesorado increíble y saben formarte muy bien en aspectos teóricos y creativos, sin olvidar las prácticas continuas. En el montaje se centraban mucho en la historia de las estructuras dramáticas y en la narrativa. Todo eso con referentes de cine vanguardista. Vi muchas películas de cine Latinoamericano que me enriquecieron.

20 000 especies de abejas es una película con un profundo trasfondo social, ¿qué sentiste al tener este trabajo en tus manos?

Sentí una gran responsabilidad para honrar el trabajo tan arduo de Estibaliz Urresola Solaguren, su directora y guionista. Ha sido muy exhaustiva y rigurosa en su investigación previa que le ha llevado años de conocer a familias y asociaciones. Me sentí muy orgulloso, ya no solo como editor, también como miembro de la comunidad LGTBI, de que por fin se hiciese una película sobre la infancia trans desde el punto de vista de 20 000 especies de abejas, incidiendo en que son los demás quienes tienen que hacer un cambio en su forma de mirar y pensar los cuerpos del resto.

¿Cómo es trabajar de la mano Estibaliz Urresola Solaguren?

Ha sido una experiencia muy gratificante y honda. Esti es tremendamente generosa y durante todo el proceso ha compartido conmigo las razones para tomar las decisiones que tomó en el rodaje. Me fue enseñando a mirar las imágenes que ella había creado para entender todas las capas. Hay algunos elementos de la historia que a mí se me podían escapar, pero en todo momento ella lo aclaraba. Es una película en la que el género atraviesa por completo a todos sus personajes. Conversar con Esti sobre ello durante el proceso ha sido una experiencia que también me ha dado muchas claves para entender mi propia historia.

¿Es este el proyecto más importante de tu carrera? ¿Cuál ha sido en el que más te ha gustado trabajar?

Me siento muy afortunado por las oportunidades que he tenido hasta ahora y por los proyectos en los que he trabajado, con todos he ido aprendiendo y poco a poco voy llenando la caja de herramientas. Cada película te da la posibilidad de conocer en la intimidad a quien lo dirige así como empaparte del tema que tratan.

¿Por dónde se empieza para convertirse en montador o montadora de cine?

No creo que haya un solo camino. En mi caso ha sido todo una cuestión de prueba y error. Al no tener referentes cercanos y venir de un pueblo muy alejado del entorno audiovisual he tenido que ir descubriendo dónde se abrían las puertas. La vía tradicional para empezar en el montaje es a través de las asistencias y para eso hace falta conocer bien la técnica, programas como Avid o Premiere.

¿Qué tiene que tener de especial una persona que quiere convertirse en montador o montadora de cine?

Creo que pueden venir bien capacidades organizativas, resolver los problemas con eficacia, conectar con las emociones, empatizar con quien dirige y tratar de ponerse en su piel a la hora de trabajar. Dejar el ego a un lado viene bien y ver muchas películas para hacer el ojo y aprender de la gramática del cine.

Déjanos un consejo para los alumnos de Domestika que quieren llegar a tener un puesto como el tuyo.

Lo más práctico que les puedo decir es que inviertan en una buena silla ergonómica porque se pasan demasiadas horas sobre ella y que tengan en mente que es una profesión muy inestable para la que viene bien saber prender las luces antiniebla.

Si quieres aprender más sobre el mundo del montaje, únete al curso de Introducción a Avid Media Composer que imparte el mismo Raúl Barrera en Domestika.

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