Aprende lo que distingue a una buena fotografía de las ordinarias en este artículo imprescindible.
Este es un artículo imprescindible porque lo digo yo, ¿vale? Del mismo modo que puedes decir que tu fotografía es buena porque tú lo dices... Pero el artículo sería demasiado corto si lo dejáramos aquí.
Tema y composición
Una buena composición empieza por establecer bien nuestras prioridades: Necesitamos un foco o sujeto principal en el que fijar nuestra mirada. A veces, el sujeto llega a cubrir todo el encuadre, otras veces es casi imperceptible, está lejos, en una esquina y, la mayoría de las veces, llega 2 horas tarde a la sesión de fotos...
En fin, ya hemos visto el efecto de colocar un sujeto justo en el centro del encuadre como en las películas de Wes Anderson y todos los estudiantes de la escuela de cine que le copian ahora mismo. Por otro lado, ajustar el ángulo de la cámara para que el sujeto esté a un lado, utilizando la Regla de los Tercios, ayuda a atraer la mirada del espectador hacia toda la imagen.
Basta decir que la composición depende en gran medida de la relación de aspecto con la que capturemos nuestras imágenes:
Las relaciones de aspecto horizontales nos muestran una representación más cercana de nuestra propia vista, donde nuestro enfoque puede cambiar de lado a lado y las líneas horizontales pueden desplazar nuestra atención de un sujeto a otro. [Las relaciones cuadradas[/b], como una caja de bombones, nos ofrecen una imagen centrada y probablemente más simétrica. Estas proporciones están de moda tanto en vídeos musicales como en películas independientes. Y, por último, los ratios verticales, perfectos para que una persona cuente su "interesante" día en las redes sociales... ¡Si al menos fuera interesante y no el mismo una y otra vez...!
Luz y exposición
El sensor de una cámara digital (o la película de una cámara analógica) registra la luz para crear una imagen. La cantidad de luz registrada en una sola fotografía es lo que llamamos "exposición".
El medidor de luz de una cámara puede ayudar al fotógrafo a tomar decisiones como: velocidad de obturación, apertura e ISO. También puedes utilizar el modo automático, cuya tecnología evoluciona rápidamente. Pero a veces te puede gustar un resultado matizado que el modo automático no esté capacitado para captar.
En fotografía, nos referimos a las imágenes que son más oscuras que la escena real que estás capturando como "subexpuestas", mientras que las que son más brillantes se consideran "sobreexpuestas". Pero también se puede subexponer o sobreexponer una imagen con fines artísticos.
Subexponer intencionadamente una imagen puede hacer que pierdas algunos de los detalles que se comen los tonos oscuros, pero también puede crear un ambiente sombrío en una fotografía (¡perfecto para retratos familiares!). Aumentar un poco la exposición da a las imágenes una sensación de luz y ligereza. Pero ten en cuenta que, la mayoría de las veces, estos efectos se consiguen en "post". Así que, después de todo, una buena exposición puede darte más margen de maniobra.
Enfoque y profundidad
Ajustar el enfoque de una cámara utilizando diferentes modos de enfoque automático o manual permite al fotógrafo mantener la nitidez del sujeto.
Algunas fotografías tienen un sujeto nítido con un fondo borroso, mientras que otras mantienen la mayor parte del fondo tan nítido como el sujeto. Esto es lo que llamamos "profundidad de campo". Junto con la apertura, la profundidad de campo también está controlada por la distancia al sujeto y el tamaño del sensor. Puede que tu teléfono de última generación no tenga un sensor grande, pero compensa esta falta de longitud con otros trucos digitales, así que ahora también puedes tener sensación de profundidad en una foto sin que sea necesaria una verdadera "profundidad de campo".
Utilizar factores como la apertura y la distancia para controlar la profundidad de campo te permite desenfocar un fondo que distrae. Pero eso es mejor que tener un modelo/sujeto "que distraiga", ya que siempre puedes desenfocarlo y centrarte en el fondo. Si tu modelo se niega a pagarte la sesión (por ejemplo), es una buena represalia enviarle todas las fotos con el fondo enfocado en lugar de a ellos mismos. ¡No hay mejor manera de dañar un gran ego!.
Efectos de luz
- Luz transmitida: Una fuente visible está creando este tipo de efecto de iluminación. ¡Puede ser el sol, la luz de una vela, un foco que debería haberse quitado de en medio...!
- Luz reflejada: La mayoría de las fotografías que hacemos utilizan la luz reflejada. No importa de qué dirección venga la luz, se verá afectada por aquello en lo que rebote. La reflexión suele confundirse con la refracción, que es cuando la luz pasa a través de un medio que cambia la dirección y la velocidad de la luz, como un espejo.
Por ejemplo, si el sol poniente es visible en tu imagen, ésta incluiría tanto luz transmitida como reflejada. Sin embargo, si el sol no estuviera visible en el encuadre, sólo se reflejaría la luz del suelo, la pared, el techo... Todos somos reflectores de luz... Puedes estar orgulloso de ello, ¡si no tienes otra cosa de la que estar orgulloso...!
- Luz dura: Una bombilla o el sol en un día claro son claros ejemplos. Da lugar a luces y sombras muy nítidas. Utilizada correctamente, la luz dura puede ser buena para revelar texturas en los objetos. Como en muchas obras del mundialmente conocido Ansel Adams. Aunque los contrastes en sus fotos son tan exagerados que la luz suave puede parecer luz dura...
- Luz suave: El sol en un día nublado proporciona luz suave porque las nubes sirven para difuminar la luz, extendiéndola sobre un área mucho mayor y creando así una gran fuente de luz aparente. Los paneles difusores se utilizan en fotografía para convertir una luz dura en una luz reflejada más suave. Incluso puedes hacerlos tú mismo con un trozo grande de papel. Los colores más utilizados en los paneles difusores son el blanco, el dorado (para crear calidez), el plateado (para un resultado neutro o más frío) y el negro para bloquear o disminuir la luz en la dirección a la que se dirige. Incluso las personas pueden utilizarse como difusores, pero dejemos estos temas tan delicados para otra ocasión.
Velocidad y luz natural
Los segundos y milisegundos importan para conseguir la mueca perfecta de un sujeto desprevenido. Pero también lo hace el tiempo a mayor escala. Cuando se utiliza la luz natural, la hora del día en que se toma la fotografía tiene un gran impacto. Seguro que estás harto de oír hablar de la "hora dorada" aquí y allá. ¡Aunque a lo mejor soy el único...!
Para que quede claro, me refiero a dos momentos: después del amanecer y justo antes del atardecer, cuando el sol es suave y direccional, dando a las imágenes un brillo dorado. Por otro lado: un sol de mediodía en un día sin nubes, crea una luz dura y sombras profundas. El mediodía podría llamarse la "hora de terror", aunque no es la nomenclatura oficial que se utiliza para él. Me lo acabo de inventar... ¡Hoy me siento creativo!
Inspiración
Lo más habitual es que la inspiración te encuentre a ti y no al revés. Pero debes ser visible y trabajar para atraer su atención... Esto es solo una forma rara y mistica de decir que: no es algo que puedas forzar y que a pesar de todo puede que necesites estar en la busqueda para encontrarla... Si esto se está volviendo demasiado paradójico para tu gusto, no me culpes a mí... Culpa a mi inspiración...
Si buscas inspiración de calidad, en Domestika la tienes cubierta:
- No te pierdas nuestros Cursos de Fotografía Online
- Cursos de Fotografía de retrato
- Tipos de fotografía
No hay comentarios.:
Publicar un comentario