Lleva tu escritura creativa al siguiente nivel con estos ejercicios prácticos. Aprende a desarrollar un estilo de escritura único.
¿Cómo se puede desbloquear la creatividad? ¿Cómo empezar a escribir para desarrollar la creatividad? Con este tutorial de escritura creativa superarás el miedo a la hoja en blanco a través de técnicas de escritura de la mano de @Virgina Moll. Transcripción del tutorial:
Es normal tener bloqueos creativos, miedo a la hoja en blanco... Sin embargo, hay técnicas que pueden ayudarte a superar estos miedos.
Soy Virginia Moll, con estos ejercicios de escritura creativa te lo voy a poner mucho más fácil. Vamos a empezar con el ejercicio de la pelota, con el que formulamos una hipótesis que seguramente te va a servir para desbloquear tu creatividad. Es una forma que utilizan los escritores para hacer diferentes hipótesis con las que puedes escribir diferentes relatos que van a potenciar tu creatividad y tu escritura.
Para este ejercicio necesitarás una pelota, necesitarás tu cuaderno y un bolígrafo. Esta técnica de formularse hipótesis es una técnica muy conocida por diferentes escritores, entre ellos Stephen King. Aquí lo que nos interesa es precisamente darle la vuelta a esta técnica e incorporaremos un objeto para hacer otra hipótesis de las que te nacerán diferentes posibilidades para crear tu propia historia.
A partir de aquí, vamos a formular cinco posibilidades, cinco frases diferentes que podrían sucederle a tu pelota. Por ejemplo, ¿qué pasaría si la pelota estuviera rellena de chocolate? Otra cosa que se me ocurre sería: ¿qué pasaría si la pelota pesara tanto como un coche? ¿Qué pasaría si cogieras la pelota y estuviera caliente, que quema en tus manos? También puedes formular preguntas extrañas, ir un paso más allá. ¿Qué pasaría si la pelota fuera un planeta que está lleno de personas preguntándose cosas absurdas? Y la última que se me ocurre es: ¿qué pasaría si lanzaras esta pelota y rompieras el jarrón favorito de tu abuela?
Cuando ya tengas todas tus frases con la pelota, con este objeto, es el turno de elegir tu frase favorita y construir un pequeño relato breve. Te recomiendo que el relato que construyas tenga unas 100 palabras como máximo para así potenciar tu rapidez y fluidez con la creatividad. Yo voy a elegir precisamente la frase del jarrón porque creo que puede darme juego para realizar este ejercicio. Pues ahora voy a empezar a escribir mi relato sobre la pelota y el jarrón.
Siempre te recomiendo que, tras escribir, lo leas en voz alta para saber si tu texto realmente tiene ritmo o tienes que modificar algo. Así que voy a leerlo en voz alta. "El día que cambió mi vida fue cuando lancé mi pelota y rompí el jarrón favorito de mi abuela. Yo debía tener unos cinco años. Lancé mi pelota con fuerza, pero un mal rebote hizo que se estrellara contra el jarrón chino que siempre había estado en el salón. El jarrón cayó al suelo hecho añicos y descubrimos que en su interior había un anillo de brillantes con un nombre. Mi abuela descubrió en ese instante que ese anillo se lo escondió un antiguo novio para que ella lo encontrara y se casara con él, pero nunca lo hizo. Mi abuela no volvió a ser la misma. Sin duda, se hubiera casado con ese pretendiente y yo ni siquiera habría nacido".
Ya sabes que la finalidad del ejercicio es empezar a escribir. Yo ahora podría continuar con el relato que he escrito aquí, o también podría ir al cuaderno e incorporar todas esas nuevas hipótesis a un nuevo relato. Te invito a que tú hagas lo mismo. Para este ejercicio, lo que vamos a hacer es jugar con acrósticos. El acróstico es una técnica, un recurso literario que se popularizó muchísimo con "La Celestina", ya que el supuesto autor, Fernando de Rojas, lo incorporó en el prólogo de la obra. Un acróstico lo que hace es coger cada letra de un nombre o una palabra determinada y a partir de ahí escribes una serie de frases que te inspiren o un relato. Vamos a verlo mejor con mi nombre, por ejemplo.
A partir de tu nombre, coge las primeras palabras que te vengan a la mente sin pensártelo demasiado. "Vaca, inútil, radio, geografía, iguana, noche, impecable y aire". Ahora que ya tenemos las palabras, vamos a crear un relato que incluya todas estas palabras y que deberás incorporar en cada una de las frases para así aumentar un poco la dificultad. "En el colegio se reían de mí, me llamaban Vaca. Siempre era el mismo inútil, el chico con la radio a todo volumen. Me hacía la vida imposible en geografía y yo solo quería ir a la playa y convertirme en iguana. De noche, lloraba y aunque era una estudiante impecable, necesitaba aire ante tanta injusticia".
Con esta técnica, lo que has aprendido es que a partir de una sola palabra puedes crear otras palabras y otras listas de palabras infinitas con las que crear nuevos relatos y tener mejores ideas. Para este ejercicio, te voy a pedir que vayas a la cocina y que cojas un vaso de agua. También necesitarás tu cuaderno y tu boli. Así que aquí te espero para que vayas rellenando tu vaso. Una vez que esté listo, te voy a pedir que lo coloques delante de ti y lo mires. Y te voy a proponer que inicies un relato con una historia diferente. Mira el vaso de agua e imagínate que es el último vaso de agua que vas a beber en tu vida. Una catástrofe, es el último vaso que queda en el mundo y lo tienes en tu poder.
A partir de aquí, te voy a pedir que escribas un relato teniendo en cuenta esta hipótesis tan absurda y tan loca. Te voy a pedir que pongas tu cronómetro en marcha porque solamente vas a tener cinco minutos para escribir este relato breve. Así que ya sabes, el tiempo empieza ya. Ya has terminado tu relato, pues ahora puedes beber un sorbo de tu vaso de agua, pero te voy a pedir que, por favor, no te lo termines. Debería quedarte más o menos por la mitad, así que a partir de esta nueva imagen, vas a construir tu segundo relato. Vas a empezar el segundo relato preguntándote si el vaso está medio lleno o medio vacío. Es una metáfora que todos conocemos y que también va a ayudarte a construir tu próxima historia.
Ya sabes que para realizar este segundo ejercicio solamente tienes cinco minutos. El tiempo empieza ya. Ya han pasado los cinco minutos. ¿Cómo te ha ido? ¿Cómo te has visto? ¿Tu texto es positivo, es negativo, es pesimista? Y ahora vamos a continuar con otro ejercicio que tiene mucho que ver con el vaso de agua. Así que voy a pedirte que te lo termines del todo. Y ahora que ya has terminado tu vaso de agua, te voy a ofrecer otra alternativa para escribir un nuevo relato.
Con esta tercera propuesta, vas a convertirte en un adivinador, en una pitonisa, en alguien con poderes mentales. Así que lo que voy a pedirte es que mires en el interior del vaso de agua. Ahora vas a leer tu futuro en las gotitas que quedan como si fueran las hojas del té. ¿Cómo ves las gotas? ¿Se han quedado por los bordes? ¿Queda alguna forma con la que poder indagar? Y una vez que lo tengas, es hora de escribir tu tercer relato. Recuerda utilizar la técnica de los cinco minutos en escritura automática y ser muy rápido escribiendo.
A continuación, vamos a jugar con refranes. El refranero es sabio. Soy una fanática de los juegos de palabras. Son algo que nos acerca a la gente, que todos conocemos y que además nos conecta de una manera especial a aquello que estamos leyendo, porque se vuelve reconocible. En este ejercicio, lo que vamos a hacer es cambiarle el final a diferentes refranes. Y una vez los tengas hechos, lo que harás será ejecutar un relato de unas 100 palabras empezando por ese refrán.
Voy a escribir algunos refranes que te sirvan de inspiración para que tú puedas cambiarles el final. "Más vale pájaro en mano...", "quien a buen árbol se arrima...", "donde las dan..." y por último, "ojo por ojo...". Lo más importante a la hora de jugar con un refrán o una frase célebre es que rime, porque si rima, la gente lo va a entender y además lo van a asociar con aquello que sí recuerdan.
Esta técnica de los refranes a mí me encanta y la he utilizado en muchas ocasiones. Hubo uno que se me hizo viral, incluso hay muchas personas que lo tienen impreso en su casa y es que al ser freelance, muchas veces tenemos dificultades para llegar a final de mes y lo que hice es darle la vuelta al refrán "quien bien te quiere, te hará llorar". Lo cambié y lo transformé en "quien bien te quiere, te va a pagar". Y a partir de ahí se me viralizó este mensaje que llegó a muchísimas personas porque precisamente lo hice entendible.
¿Y tú? ¿Te atreves a jugar con los refranes? Bueno, pues espero que estos ejercicios te hayan resultado útiles y que te hayan ayudado a potenciar tu creatividad. Y si quieres seguir aprendiendo conmigo algunas técnicas de escritura creativa, tengo un curso online en Domestika. ¿Todavía quieres saber más? Aquí tienes el curso de @Virgina Moll para que amplies tus conocimientos de escritura creativa:
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