Aprende a identificar los tonos de piel y cómo transformar el color para conseguir pinturas de rostros y cuerpos vibrantes
La pintura o dibujo anatómico es una de las especialidades más complejas, ya que no solo requiere un conocimiento muy amplio de la figura humana, además se debe trabajar el color en profundidad para conseguir reflejar los distintos tonos de piel.
La artista independiente y pintora Alai Ganuza (@alaiganuza), desarrolla gran parte de su obra en torno a la figura humana y gracias a su estilo contemporáneo y muy colorido, ha conseguido plasmar las diferentes tonalidades de piel sin renunciar a un estilo propio que se sale de los cánones clásicos.
En este video tutorial, Alai te enseña a trabajar el color, los tonos y los subtonos para que puedas pintar cualquier rostro, reflejando la raza y etnia de una forma vibrante, llena de matices y profundidad. ¡Dale al play y aprende su proceso, paso a paso!
Materiales necesarios para comenzar a pintar
Alai utiliza pintura al óleo, pero esta teoría del color es aplicable a cualquier técnica y tipo de pintura. Anímate a ponerlo en práctica con los materiales que más te gusten. En este caso, la pintora y profesora de Domestika utiliza los siguientes materiales básicos:
- Soporte para pintar.
- Tela o papel especial para óleo.
- Pinturas al óleo: puedes utilizar los colores que quieras en función de la referencia.
- Rotulador acrílico.
- Pinceles y espátula.
- Disolvente y medium.
- Paleta y trapos.
- Referencia física o digital.
Además de estos materiales, debes apoyarte en un círculo cromático. En este artículo te contamos qué es, para qué sirve realmente el círculo cromático y cuántos y cuáles son los colores que encontrarás en esta herramienta de color. Y en este otro tutorial de ilustración, aprenderás cómo usarlo, creando, paso a paso, un círculo cromático.
Mezclas de color clásicas
Para este estudio de pintura, Alai utiliza como referencia una nariz caucásica con bastantes matices de color. Un muy buen ejemplo para aprender a sacar distintos tonos. Para comenzar, la artista te va a explicar cómo se realizan las mezclas de forma clásica. Estas bases te permitirán conseguir tus propios tonos más adelante.
Sobre la referencia, debes ir visualizando los distintos colores presentes en la imagen. Puedes hacerlo a simple vista o como Alai, utilizar la herramienta ColorDrop de aplicaciones como Procreate, que te permiten aislar los colores con precisión.
Una vez seleccionado el tono que quieres conseguir, empieza con una base de blanco y añade el color principal, en este caso rojo. Mezcla ambos colores y verás que el tono final es demasiado brillante y no se corresponde con la imagen, por lo tanto debes bajar la intensidad con el tono complementario por lo tanto, utiliza un color azul. Ahora solo debes añadir o quitar intensidad hasta encontrar el color exacto.
Consigue tonos más complejos
Algunos tonos de piel son más complicados de ver y de conseguir. Es el caso de las zonas sombreadas que tienden a ser más frías. Comienza con una base de blanco, añade más o menos cantidad en función de lo clara que sea la piel y en este caso, como estás tratando de conseguir un color morado, agrega magenta a la mezcla.
Vuelve a ser un color demasiado saturado, por eso utiliza su color complementario, el verde, para rebajar la intensidad. Si bajas demasiado el tono, no te preocupes, recupera intensidad volviendo a añadir el tono complementario, pero esta vez, dentro de los colores más luminosos, es decir, los amarillos. Mezcla los colores hasta conseguir el tono que buscas.
Transforma los colores en tonos vivos
En un papel blanco, realiza un par de trazos con ambos colores. El objetivo es conseguir versiones más vivas y saturadas de los mismos, el fondo blanco te ayudará a verlo mejor.
Alai prefiere ampliar el rango de colores para conseguir distintas tonalidades más intensas, para ello se ayuda de un círculo cromático. El primer color es un tono naranja, lo que significa que puedes ampliar hacía los amarillos y los rojos o incluso rosas. Si te mueves en violetas, como es el caso del segundo color, debes ampliar hacía los rojos, naranjas y azules.
Estos tonos son análogos, es decir, los adyacentes en el círculo cromático. Para conseguirlos debes añadir estos colores a las mezclas originales. Partiendo del segundo color, añade azules, oscuros o claros y repite el proceso con tonos rojos. De esta forma has conseguido tonos análogos al de tu imagen de referencia que te permiten conseguir un gama de colores más amplia para pintar, sin renunciar al tono de piel original y los volúmenes de la imagen.
Los tonos fríos y los cálidos
Todas las pieles, independientemente de su color, tienen tonos fríos y tonos cálidos. Para poder enfatizar los tonos análogos que has sacado, es muy útil saber en qué zonas de la nariz hay tonos cálidos y fríos.
Si observas la imagen de referencia, verás que en la mitad derecha de la nariz, hay mucha más luminosidad y los tonos son cálidos.
-Para añadir más colores análogos respetando esta calidez, puedes utilizar distintos verdes con un subtono más anaranjado.
- Por el contrario, si vas a las zonas más frías de la nariz, puedes conseguir otros colores a partir de distintas mezclas de azul. Así obtendrás una gran variedad de colores con los componer tu ilustración.
Estudio de color en la nariz caucásica
Para que puedas ver estos tonos en acción, vas a realizar un estudio de color muy sencillo de la foto de referencia, en este caso una nariz caucásica. Dibuja la nariz sobre tu tela o papel especial para óleo, Alai recomienda utilizar un rotulador acrílico para evitar que se emborrone una vez comiences a pintar. Al ser una prueba de color, no necesitas un dibujo lleno de detalles, con unos trazos sencillos es suficiente para comenzar a pintar.
Pinta a partir de los colores principales
Comienza a pintar con las dos mezclas base, pero esta vez trata de conseguir colores más saturados. Puedes empezar por la parte oscura o luminosa de la nariz, en este caso, Alai utiliza un pincel ancho para pintar las zonas altas y luminosas.
Necesitas un tono de transición situado en la mitad de la nariz que forme esa sombra entre los tonos cálidos y fríos. Alai utiliza un violeta suave que crea a partir de estos dos tonos base. El objetivo de este estudio es que, partiendo de ambos colores, vayas creando tonos análogos que te permitan dar volumen y profundidad a la nariz. La clave de este ejercicio es ser capaz de abstraerse de la propia imagen y ver más allá de una color carnoso, para que puedas entender que colores exactos hay en cada parte de la imagen y poder crear así versiones más luminosas y saturadas.
Una vez tengas los rasgos generales, utiliza un pincel fino y tonos más oscuros para añadir los detalles y las fosas nasales. Termina con el mismo pincel fino y colores luminosos para resaltar las partes altas. Puedes seguir trabajando la pintura hasta conseguir un resultado perfecto, pero te animamos a que realices este ejercicio con distintas partes de la anatomía humana para coger soltura y experimentar con todo tipo de pieles. ¿Quieres aprender a trabajar la pintura anatómica y los tonos de piel en profundidad? No te pierdas el nuevo curso online de Alai Ganuza, Pintura de ojos al óleo: el alma del retrato.
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Para seguir aprendiendo sobre pintura
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