Un viaje por el arte para descubrir las historias de amor que se esconden detrás de obras de fama internacional
El amor está en todas partes. En las calles que recorremos, en los libros que leemos y en las películas que vemos, y el arte no es una excepción. Algunos de los amantes más famosos de todos los tiempos han sido inmortalizados en un lienzo, o gracias a las hábiles manos de un escultor. Pero detrás de estas obras icónicas se esconden historias fascinantes y, en ocasiones, algo turbias...
5 historias de amor en obras de arte
A continuación descubrimos las historias de amor que se esconden detrás de obras de fama internacional. Algunas son historias de ensueño y otras muy oscuras. ¿Empezamos?
1. Psique reanimada por el beso del amor (1787-1793), de Antonio Canova
En las Metamorfosis de Lucio Apuleyo, la princesa Psique es enviada al inframundo para recuperar una jarra de la reina Proserpina. No obstante, se le advierte que bajo ningún concepto deberá abrirla y ver lo que hay dentro. Como en todas las grandes historias, la curiosidad se apodera de ella y, en el camino de regreso, la abre, de tal forma que el contenido de la jarra la sume en un profundo y sepulcral sueño.
Sobre la obra: La escultura de Canova muestra el momento en que la encuentra su amante Cupido, que acude a su lado y la despierta. Esta historia tiene un final aun más feliz: Psique se acaba convirtiendo en inmortal, y ella y Cupido pueden vivir juntos eternamente con los dioses en el monte Olimpo.
2. Frida y Diego Rivera (1931), de Frida Kahlo
Frida Kahlo y Diego Rivera casaron en 1929, se divorciaron en 1940 y se volvieron a casar un año más tarde; ambos tuvieron numerosas relaciones extramatrimoniales (una de las cuales fue entre Rivera y la hermana de Kahlo). De hecho, Rivera mantenía una relación con la tenista Helen Wills cuando Kahlo pintó este retrato.
Aunque Kahlo adoraba a su marido, estaba al tanto de sus infidelidades, y decía que “ser la mujer de Diego es la cosa más maravillosa del mundo... Yo le dejo jugar al matrimonio con otras mujeres. Diego no es el marido de nadie y nunca lo será, pero es un gran compañero”.
Sobre la obra: En este retrato de boda, podemos ver a Frida y a su marido de la mano mientras, en el fondo, vuela una paloma con una cinta en su boca en la que se lee: “Aquí nos veis, a mí, Frida Kahlo, junto con mi amado esposo Diego Rivera”. Pero su relación no fue nada idílica.
3. El beso (1888-1898), de Auguste Rodin
Él se inclina sobre ella, con una mano en su cadera, ella se yergue, rodeando con su brazo el cuello de él; sus labios están unidos para la eternidad. La obra maestra de Auguste Rodin captura a la perfección la pasión de dos jóvenes amantes. Pero tras su apasionado abrazo se esconde una historia mucho más oscura.
Sobre la obra: Se inspira en el poema del siglo XIV Divina comedia, de Dante Alighieri. La primera parte de esta obra épica, Infierno, describe el viaje de Dante por los nueve círculos del infierno, donde encuentra a los amantes Paolo y Francesca, condenados para toda la eternidad por haber cometido adulterio.
La pareja se enamoró mientras leían juntos la historia de Lancelot y Ginebra, pero fueron descubiertos por el marido de Francesca, que era el hermano de Paolo. En un ataque de ira, los apuñala y los mata, y son condenados al segundo círculo del infierno. La escultura de Rodin muestra el momento de su primer beso ilícito. Si se observa de cerca la escultura, se puede ver el libro en la mano de Paolo.
4. En la cama: El beso (1892), de Henri Toulouse-Lautrec
Los burdeles a menudo carecían de espacio para que las mujeres que trabajaban allí tuvieran camas individuales, por lo que no era raro encontrar personas compartiendo, sin embargo, el tema del lesbianismo todavía habría sido controvertido en ese momento. Libre de ese prejuicio, la serie de Toulouse-Lautrec revela los momentos tiernos y apasionados compartidos entre bastidores por estas trabajadoras sexuales.
Sobre la obra: Quizás mejor conocido por sus pinturas que representan escenas más subidas de tono de la vida nocturna parisina durante la Belle Epoque, esta obra del pintor posimpresionista Toulouse-Lautrec muestra otro lado. Parte de una serie de pinturas encargadas para decorar el salón de un burdel parisino, In Bed: The Kiss captura un momento íntimo entre dos mujeres que comparten un beso mientras se abrazan profundamente.
5. The End of the Song (Tristan and Isolde) (1902), Edmund Blair Leighton
La trágica historia de Tristán e Isolda se ha contado en numerosas ocasiones y de diversas formas, que van de la gran pantalla a la ópera.
Según el famoso romance medieval, el rey Marco de Cornualles envió a su sobrino, Tristán, a Irlanda, para pedir la mano de la princesa Isolda en matrimonio. Pero cuando Tristán e Isolda beben, sin saberlo, una poción encantada, se enamoran perdidamente.
Pero es un amor prohibido y, aunque hay variaciones de la historia, la versión popular termina con Tristán herido de muerte con un arma envenenada. Al encontrárselo muerto, Isolda muere porque se le rompe el corazón. Tristán era un gran músico, como se muestra en el cuadro de Edmund Blair Leighton, en el que toca el arpa para Isolda.
¿Cuáles son tus historias de amor favoritas en el arte? Cuéntanoslo en los comentarios.
Para conocer más historias como estas sobre el mundo creativo, echa un vistazo a la sección Curiosidades de nuestro blog. Y si quieres aprender a dibujar retratos realistas, pásate por los cursos online de dibujo artístico de Domestika.
Versión en español de @sara_dealbornoz.
Más recursos sobre arte y pintura:
- Encuentra 2000 obras de arte de tu color favorito en Google
- De calaveras a selfies ocultas: descubre 5 secretos escondidos en el arte
amy.mcgregor
No hay comentarios.:
Publicar un comentario