5 ilustraciones que marcaron la carrera de Jordi Labanda

Jordi Labanda analiza los encargos y proyectos destacados que le han convertido en un ilustrador de talla mundial

Asomarse al universo pictórico del ilustrador Jordi Labanda (@jordilabanda) es todo un viaje, una travesía llena de moda y costumbrismo que, más allá de la belleza, nos invita a reflexionar sobre la sociedad que nos rodea y a plantearnos el rol que jugamos en ella gracias a sus reconocidos personajes.

Nacido en Uruguay, aterrizó en Barcelona con apenas tres años y creció fascinado por los personajes que habitaban en su televisor, el Hollywood de los grandes estudios y las revistas de moda que encontraba por casa. El dibujo llegó como un impulso que transformó en profesión gracias a un estilo único, producto de un cóctel infalible de todas sus referencias y pasiones.

Labanda demostró al mundo el poder narrativo de la ilustración, captando la atención de publicaciones como Vogue, Wallpaper o La Vanguardia y de firmas a la altura de Louis Vuitton y Carolina Herrera. Pasado y presente convergen para relatar la carrera de un ilustrador que revolucionó la escena cuando apenas existía una.

Un viaje a través del proceso creativo de Jordi Labanda

En el siguiente vídeo, retamos a Jordi a sumergirse en su carrera como ilustrador y repasamos algunos de los proyectos que más le marcaron tanto profesional como personalmente. Desde su icónica colección de stationery hasta su último trabajo para Woody Allen, no se deja nada en el tintero.

5 ilustraciones icónicas de Jordi Labanda

Estas son cinco ilustraciones que marcaron la carrera del ilustrador.

1. Colección Stationery

Si fuiste adolescente en España a principios de los 2000, te cruzaste alguna vez con las libretas, bolígrafos o estuches de Jordi Labanda, ya fuese en el escaparate de cualquier papelería o dentro de tu propia mochila. Fue la editorial catalana Miquel Rius quien le propuso este proyecto al ilustrador; diseñar con plena libertad creativa toda una colección de productos de papelería y complementos.

“No sé si soy un rockstar de la papelería”, comenta el ilustrador entre risas, “pero se llegaron a vender más de 20 millones de unidades, todo un bombazo”. Un éxito rotundo que sentó, las colaboraciones entre ilustradores independientes y empresas son algo habitual, generando líneas de producto superventas. “Ir por la calle y cruzarte con personas que llevan tus libretas o tus mochilas es una sensación muy rara, pero sobre todo muy satisfactoria”. Este privilegio le posiciona como parte del exclusivo grupo personalidades que han construido la cultura popular de toda una generación. “Sé que formo parte de la educación emocional de muchas personas y es maravilloso saber que lo que estás haciendo tiene una repercusión tan grande”.

2. Colaboración Magazine La Vanguardia

Periodismo e ilustración han ido siempre de la mano, pero pocas colaboraciones son tan fructíferas como la columna de opinión de Jordi en el dominical de La Vanguardia, la cual comenzó en 1999 y continúa a día de hoy.

“Me ayudó muchísimo a desarrollar mi narración. Cuando eres ilustrador estás acostumbrado a que una publicación te diga lo que tienes que hacer, en este caso el que manda soy yo”. La narrativa de Jordi Labanda trata de realizar una crítica sobre los desafíos sociales y culturales del momento, imágenes que invitan a la reflexión desde una perspectiva donde el color y la expresividad de los personajes juegan un papel fundamental.

3. Revista Wallpaper

Wallpaper es una revista inglesa nacida a finales de los 90 y en cuyas páginas Jordi ilustró decenas de reportajes periodísticos. Este salto al panorama internacional le permitió acercarse a mercados de habla no hispana.

“Wallpaper cambió las reglas del juego, me encargó proyectos que en otro momento se los hubieran dado a un fotógrafo”. Esta transformación del paradigma supuso una reposición de la profesión de los directores de arte e ilustradores, que vieron cómo su figura se convertía en un elemento fundamental para el diseño visual de cualquier publicación.

4. HeyDay

La mirada de Jordi se ilumina cuando acaricia la portada del que es sin duda su proyecto estrella: su primer libro de ilustraciones, HeyDay. Una recopilación con parte de sus trabajos que a día de hoy, sigue siendo el libro de cabecera de muchos admiradores e ilustradores.

HeyDay exuda moda en cada una de sus páginas, una industria que inspira al ilustrador y de la que ya forma parte, “me interesa mucho la moda como semiótica, como comunicadora. Yo la he utilizado para expresar conceptos o para contar historias de manera subliminal”.

Otro de los grandes motores de su trabajo y fuente de inspiración son las mujeres como dueñas de su destino y testigos de una época. “Creo que de alguna forma he conseguido retratar mujeres inspiradoras porque me llegan tantos mensajes de chicas diciéndome la conexión especial que tienen con mi trabajo. Me hace muy feliz”.

5. Cartel de la película Rifkin's Festival

Rifkin´s Festival es la última película del director estadounidense Woody Allen y con quien el ilustrador trabajó para crear el cartel de la cinta. “Woody Allen tenía muy claro lo que quería que apareciera en el cartel: un retrato de los protagonistas con una atmósfera que en este caso, representara el Festival de San Sebastián”.

El proceso de trabajo fue bastante estándar. Recibió un brief del encargo y una copia exclusiva de la película. “Estaba mi nombre como marca de agua en medio de la pantalla, de alguna manera me sentía como protagonista de la película”. Con toda la información previa comenzaron los bocetos iniciales y Allen se decantó por el que acabó siendo la imagen final.

Las complicaciones llegaron cuando la maquinaria de Hollywood comenzó a funcionar y es que, en la industria cinematográfica norteamericana, los actores y actrices que aparecen en el cartel tienen derecho a opinar si se sienten representados en el retrato que se hace de ellos. “Es curioso porque la persona que menos pensaba que me pondría pegas, fue la que más cambios propuso. El personaje que hace de Rifkin, que es el actor Wallace Shawn, no se acababa de ver y eso que él tiene una cara muy reconocible que creo lo clavé bastante. Yo creo que fue el propio Woody Allen quien le dijo, déjalo ya”.

El proyecto más inspirador

Con todos sus proyectos sobre la mesa, Jordi lo tiene claro. Si tuviera que escoger uno, sería la colaboración con La Vanguardia. Un proyecto que le permite seguir desarrollando su músculo creativo, crear personajes con historia y construir una conexión muy fuerte con todas aquellas personas que admiran su trabajo, porque si algo define a Jordi Labanda es su propósito de dejar una impregna en aquellos que observan, un legado que va más allá de lo que retratan sus pinceles.

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laura.seivane