Participa en la película Pinocho de Guillermo del Toro y es ya una referente de la animación en Latinoamérica
Cuando pensamos en los grandes nombres de la animación 3D, pocos logramos nombrar el trabajo de mujeres pioneras como Lotte Reiniger, primera animadora en emplear el stop motion, o Brenda Chapman, primera mujer en dirigir una cinta animada para un estudio, dos mujeres que abrieron la puerta a otras creadoras.
Una de ellas es la animadora mexicana Sofía Carrillo, que se ha convertido en una de las referencias más destacadas de la animación 3D en México. Con el cortometraje titulado Cerulia, Sofía logró ser galardonada con el Premio Ariel al mejor cortometraje de animación. Entrevistamos a la artista, quién nos comparte su historia, sus retos, las referencias que marcaron su estilo y cómo es trabajar con Guillermo del Toro en Pinocho. No hay que olvidar que explorando nuevas técnicas, experimentando con diferentes estilos de animación 2D y 3D y creando historias icónicas, el trabajo de animadoras como Sofía o Brenda en la historia del género es, indudablemente, notable. Sin embargo, de acuerdo con la página Women in Animation, a pesar de existir un porcentaje alto de mujeres que estudian animación, son pocas las que logran incorporarse al ámbito laboral. ¿ Por qué cuesta tanto romper este paradigma? Sofía nos lo cuenta.
El acercamiento a la animación
El mundo del arte y la literatura estuvo siempre presente en la casa de la infancia de Sofía. Sus padres, dos pintores mexicanos, la acercaron al hacer creativo a muy temprana edad, llevándola a experimentar diversas disciplinas como la escritura y la pintura, antes de llegar a la animación.
“Cuando estaba chiquita quería ser escritora y pintora por aquello de mis papás pintores, pero ciertamente lo que me interesaba de la pintura eran las historias dentro de los cuadros y sus atmósferas”
Su amor por la narrativa y la creación de historias la llevaron a aventurarse al mundo de la animación consumiendo todo tipo de películas, desde los clásicos de Disney, hasta las caricaturas japonesas de culto. Sin embargo, fue a partir de su acercamiento con La Mascota del animador ruso Ladislaw Starewickz, que Sofía experimentó la primer pulsión que la llevaría al mundo de la animación.
"No es que pensara en dedicarme a la animación 3D, pero tuve una experiencia estética significativa, lo que implica un antes y un después, una experiencia que marca y deja cicatriz", cuenta la animadora.
La relación con el stop motion
A diferencia de otras técnicas de animación, el stop motion representa un reto particular para los animadores debido a su carácter análogo, al tiempo que toma realizar cada uno de los fotogramas que servirán para animar la película y al complejo proceso que involucra crear todo un mundo a partir de arcilla.
Sin embargo, fue la misma complejidad la que llevó a Sofía a enamorarse de esta técnica y emplearla para contar sus historias, "Creo que en un principio todo representaba un reto, todo era nuevo para mí, no había licenciaturas en animación, no había un software especializado en la técnica, todo se hacía a la antigua y claro está, hacerlo tomaba una eternidad, pero por otro lado era sumamente reconfortante y gratificante ver el resultado", apunta.
"No somos parte de una industria que busca generar productos de consumo masivo (aclaro que no veo nada malo en ello, es solo que hay mucho dinero de por medio en estos productos y por esto los contenidos deben poder ser consumidos por muchos). Me siento muy orgullosa de formar parte de una generación de animadores que hacen uso de esta técnica para contar sus historias", sentencia la mexicana.
Nostalgia y apego: cómo son sus personajes animados
De rostros pálidos y semblantes melancólicos, los personajes que crea Sofía Carrillo son una entrada a un mundo donde el pasado cobra vida. La nostalgia, el apego familiar y el recuerdo de los hogares de la infancia son temas constantes en obras como la aclamada Cerulia, La casa triste, Prita Noire o El corazón sastre.
Cada historia en la filmografía de la animadora guarda en común una relación con la vida familiar, desde las escenas en casas de la infancia atiborradas de recuerdos, hasta la manera de abordar la enfermedad de un miembro de la familia como un suceso compartido.
Sobre esto, Sofía menciona ,"en su momento fue todo un descubrimiento para mí entender que era mejor hablar de lo que uno conoce bien o ha vivido. Hablo de emociones, de miedos propios, de mi familia... puedo ser un poco romántica al respecto, pero sí hablo desde una posición completamente honesta, eso para mí es primordial. De otros temas complejos: política, historia... creo que hay otros realizadores a los que admiro profundamente que pueden hablar mejor de esto", destaca la artista.
La influencia del terror en la obra de Sofía Carrillo
A pesar de no trabajar específicamente con el género del terror, existe una apreciación al trabajo de la artista que suele ligarse a este género por temas estéticos y de la atmósfera que se crea al interior de la historia.
En sus obras es común encontrar muñecos que cobran vida, personajes con aires sombríos y semblantes desconcertantes que pueden erizar un poco la espina y hacernos sentir como si estuviésemos dentro de una película de este género.
Uso materiales y elementos orgánicos como el cabello, dientes... supongo que por esto mis historias tienen cabida dentro de la animación
Sobre esto, la artista menciona que en una ocasión la directora del Festival Macabro de la Ciudad de México Edna Campos, le hizo un comentario que habría de cambiar su relación con el género:
"Me dijo que el género fue el que me encontró a mí, no sabes como atesoro este cumplido. [...]Me siento bien en las atmósferas desconcertantes, estoy muy interesada en la búsqueda de la energía dentro de los objetos, uso materiales y elementos orgánicos como el cabello, dientes... supongo que por esto mis historias tienen cabida dentro del género, dentro de aquello que apela a sensaciones en el cerebro primitivo, no son cómodas, no son luminosas, no son bonitas".
Cerulia, una historia sobre la pérdida
Una de las obras más relevantes de Sofía Carrillo es la galardonada Cerulia, una animación en stop motion que narra la historia de una mujer con apegos familiares que regresa a la casa de su infancia para despedirse, pero se convierte en presa de los fantasmas del pasado y la memoria de sus abuelos.
Con Cerulia, Sofía logró llegar a un público más amplio y trabajar con mayores valores de producción, probando un nuevo terreno que la llevaría a desarrollar uno de sus trabajos mejor recibidos en el cine.
Sobre esta pieza en particular, Sofía señala "Cerulia está basado en un cuento que escribí sobre el duelo de perder a alguien muy amado, en mi caso fue el abuelo paterno. Está muy relacionado con mi niñez, la de mis hermanas y primas, la casa de los abuelos existe y está en venta, me gusta mucho que exista una relación entre lo que se cuenta y lo real, quiero pensar que dota al relato de un halo de realismo a pesar de ser una animación."
Para este proyecto en particular, la artista utilizó deliberadamente una perspectiva de cine de terror para evocar el terror de verte atrapada entre los fantasmas familiares, lo cual le valió el reconocimiento de festivales internacionales tanto en el género del terror como en el de la animación.
Los siguientes pasos de Sofía Carrillo
Con Cerulia, Sofía consiguió abrirse puertas a proyectos de talla internacional como la próxima película de Guillermo del Toro que retomará el clásico cuento infantil de Pinocho. En esta producción, la cual es una animación realizada completamente en México, la artista participa como puppet costumer formando parte de un gran equipo de producción.
Sobre esto, Sofía destaca "Yo creo que todavía no me cae "el 20" de haber formado parte de esta producción. La verdad es que ya quiero verla. Estaré por siempre agradecida de haber formado parte aunque sea en una minúscula parte de esta enorme obra, di mi mayor esfuerzo e hice grandes amistades con gente del crew."
Además, Sofía se encuentra trabajando actualmente en dos largometrajes, el primero llevará por nombre La niña pájaro y empleará el ya icónico estilo de Sofía y la técnica destop motion.
"Cada trabajo, cada cortometraje me plantea dos cosas, mucha emoción-estrés-ansiedad por enfrentarme a cosas nuevas por resolver en cuanto a soporte técnico y un dilema personal apremiante. Así que si tengo que escoger algo como el mayor reto al que me he enfrentado al realizar mis trabajos, sería que lo que se vea en pantalla se parezca lo más posible a lo que he imaginado dentro de mi cabeza. La verdad es que cada obra nueva es como volver a empezar de cero".
Un consejo a los futuros animadores
Al ser una de las mujeres más destacadas en el mundo de la animación tanto en México como en Latinoamérica, naturalmente quisimos preguntarle a Sofía por consejos útiles para todas las mujeres que buscan iniciarse en el mundo de la animación.
Sobre esto, la artista nos cuenta "Llevaba un tiempo haciendo trabajo comercial y todo eso está muy bien porque paga la renta y aprendes a trabajar con más personas, el punto es que estaba al límite, todo el tiempo estaba de malas porque no estaba haciendo lo que me gustaba cuando escuché la frase La vida es muy corta para hacer trabajos de porquería y me sentí muy identificada".
"De esto se deriva a un pensamiento que más que un consejo es algo que intento recordar todos los días: Enfócate en trabajar, no te distraigas, cada quien tiene su método y su tiempo, sigue tu propio camino y disfrútalo."
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