Descubre lo que nos enseña este caso sobre la protección legal de las obras anónimas
Probablemente te hayas enterado lo que está sucediendo con las obras Banksy. Recientemente, el artista callejero cuya auténtica identidad se desconoce, sufrió un duro revés en su batalla legal contra una empresa que comercializaba sus imágenes sin autorización.El fallo de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) a favor de la empresa despertó el alerta de la comunidad de artistas urbanos, especialmente de los anónimos, que consideraron que el hecho podría sentar una jurisprudencia peligrosa. ¿Cuáles son los detalles del caso? ¿Qué derechos tienen sobre su obra los artistas que firman como anónimos? Y lo más importante ¿Cómo pueden protegerse las obras de estos autores que no quieren revelar su identidad?
Los detalles del caso Banksy
En poco tiempo Banksy ha perdido los derechos sobre dos de sus obras más icónicas: Love Is In The Air - Flower Thrower y Laugh Now, ambas creadas por el artista en los 2000. La primera, Flower Thrower apareció en 2003 en la ciudad de Belén, Jerusalén, poco después de que se construyera el muro de Cisjordania. La segunda fue pintada en Brighton por el artista en 2008 a petición de un club de la ciudad inglesa.
Las obras se hicieron conocidas en el mundo como creaciones de Banksy aunque jamás fueron firmadas. El artista volvió a crearlas, de manera anónima, para muestras en múltiples ocasiones y el universo artístico lo ha reconocido siempre como su autor. En el aspecto legal, sin embargo, esto no fue suficiente.
Registros frustrados
Aunque a lo largo de estos años al artista nunca pareció haberle molestado que sus dibujos se vendieran en pósters, cubiertas de teléfonos y camisetas, las cosas comenzaron a cambiar. Esta postura ambigua fue, justamente, lo que lo metió en problemas.
En 2014, Pest Control, el estudio encargado de la autentificación de Banksy, solicitó a la oficina el registro del mural de Belén el reconocimiento de Flower Thrower como propiedad del artista. La acción requería que el británico revele su identidad y eso fue algo que Bansky se negó a hacer. La postura del artista al respecto trascendió en el mundo con una frase que también se encargó de pintar: "los derechos de autor son para los perdedores".
A pesar de su declaración, en 2018 Branksy volvió a intentar defender el uso comercial de otra de sus obras. Esta vez, su estudio arremetió contra Full Colour Black, una empresa de tarjetas de felicitaciones con sede en Gran Bretaña que estaba usando, sin autorización, su graffiti Laugh now.
Pest Control solicitó el reconocimiento de la obra Laugh Now frente a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) quien, luego de estudiar el caso, se lo negó. La EUIPO falló a favor de que Full Colour Black siga comercializando las imágenes.
Las razones del fracaso
La razón de esta sentencia, según el organismo fue, por un lado, el deseo de mantener una coherencia: la EURIPO suele fallar igual con mayoría de las obras del escurridizo artista callejero. Por el otro lado, el organismo también argumentó que, si la imagen era libre de ser fotografiada por el público en general sin ninguna autorización previa, entonces el artista no tenía una intención de lucro con ella. Finalmente, además, la sentencia afirmó que el hecho de que la obra se mantuvieran en el más estricto anonimato hacía imposible saber si él era realmente el autor.
Estrategia fallida
Para refutar al organismo, Banksy quiso demostrar que sí tenía ánimo de lucro creando Gross Domestic Product, una tienda pop-up en Croydon, al sur de Londres. En un comunicado en Instagram, los representantes del artista explicaron: "esta tienda ha surgido como resultado de una acción legal. Una empresa de tarjetas de felicitación está intentando arrebatar la custodia legal del nombre Banksy al artista, al que se le ha aconsejado que la mejor manera de evitarlo es vender su propia gama de mercancía de marca."
Pero el plan salió aún peor. En mayo de 2021 la EUIPO lo reprendió por haber "urdido una farsa para tratar de engañar a la EUIPO haciéndole creer que existía intención de comercialización".
Los robos a Banksy
Esta no es la primera vez que se alega el carácter anónimo y público de la obra de Banksy para despojarlo de sus derechos. En 2017 el documental Saving Banksy indagó en la problemática que aparece cuando alguien o una galería se apropia de una obra realizada en el espacio público y la vende por cientos de miles de dólares sin el permiso del artista.
El director del documental recuerda el tour que hizo Banksy por San Francisco. Las obras que dejó allí benefició enormemente a la ciudad. No obstante, éstas desaparecieron rápidamente para ser vendidas por personas que se apropiaron de ellas ilegalmente. Puedes leer más sobre Saving Bansky acerca del robo de arte urbano en este artículo de Domestika.
¿Por qué el caso Banksy es tan complejo?
De acuerdo al especialista en copyright internacional Esteban Agatiello, fundador del estudio Creativa-Abogados, el verdadero problema de fondo en este caso tiene que ver con la negativa de Banksy de revelar su identidad aunque sea de forma confidencial.
De acuerdo al Convenio de Berna, firmado por 178 países, todo artista tiene derecho sobre su obra, incluso si está están en espacios público y aunque su nombre no figura en ella. Existen, sin embargo, algunas formalidades legales que Banksy no cumplió ni desea cumplir. Esos requisitos son los que deben cumplir todos los artista que deseen proteger su obra, la firmen o no.
Lo enumeramos a continuación.
¿Cómo puedes proteger tu obra en la calle y/o en el anonimato?
- Puedes publicarla, antes que en cualquier otro sitio en un sitio web que te pertenezca formalmente, es decir, que esté registrada legalmente a tu nombre. El día y horario de carga de la imagen que conste en los servidores servirá de prueba en caso de que tengas algún problema. Las imágenes en redes sociales pueden servir.
- En el caso de que quieras una confidencialidad aún más cuidada puedes certificar la fecha de su creación de modo privado frente a un notario y conservar ese registro solo para ti.
- Registrar una obra previamente en el Registro de Propiedad Intelectual es la vía más tradicional de protegerla. En estos casos, la identidad del autor es requisito obligatorio pero el organismo está comprometido a mantener la confidencialidad y el autor siempre puede aclarar que va a publicarla con un seudónimo e, incluso, confidencialmente.
¿Quién podría ser Banksy?
La identidad de Banksy es objeto de especulación hace mucho tiempo. Estas son algunas sospechas:
- Se cree que Banksy es Robin Gunningham, nacido en 1973 en Yate, a 19 km de Bristol, Inglaterra. Existen dos portadas de cassettes con su trabajo artístico registradas en 1993 y en junio de 2017, el DJ Goldie, quien conoce a Banksy, en un error, se refirió a él como Rob.
- También se sospecha de Robert Del Naja (alias 3D), miembro de la banda de trip hop Massive Attack. Del Naja había sido un artista del graffiti durante la década de 1980 antes de formar la banda y había sido identificado previamente como un supuesto amigo personal de Banksy aunque mucho creen que, en realidad, es él.
- Se cree que podría ser Jamie Hewlett, dibujante y diseñador de cómics inglés conocido por el cómic Tank Girl y por ser el fundador de banda virtual Gorillaz.
- En 2020, los usuarios de Twitter comenzaron a especular que puede ser el ex presentador de Art Attack, Neil Buchanan.
El ámbito de la Propiedad de los Derechos Intelectuales es amplio y fascinante y conocerlo es fundamental para un artista que quiere desarrollarse de forma profesional. Conocer estos derechos es parte de cuidar tu patrimonio aunque claro, al final, siempre tienes la posibilidad de elegir hasta donde quieres difundir tu identidad. El más estricto anonimato puede ser también parte de tu propuesta artística.
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