jueves, 10 de junio de 2021

Isabel Muñoz, la fotógrafa del mundo, en Domestika Maestros

Isabel Muñoz, la fotógrafa del mundo, en Domestika Maestros

Hablamos con la célebre fotógrafa española ganadora de dos World Press Photo



Isabel Muñoz (Barcelona, 1951) aprendió a hacer fotografías volviéndose invisible al mundo. Escondida tras su primera cámara, descubrió la mejor versión de sí misma: la de contadora de historias, la de mirada observadora. Desde entonces no se ha separado de la máquina de captar imágenes y a día de hoy sigue tan obsesionada por sus tomas como el primer día.

Isabel nos abre las puertas de su estudio, un espacio amplio y diáfano cargado con su energía, para contarnos qué significa para ella ser fotógrafa y cuál es el equipo imprescindible para empezar a capturar el mundo. El equipo más importante no es la cámara

Aunque Isabel se reconoce una gran aficionada a los equipos fotográficos y siempre está pendiente de las novedades en objetivos, iluminación y cámaras, advierte de que el equipo más importante lo forman los ojos, el corazón y las emociones. Para ella, tomar una fotografía es sinónimo de emocionarse, de entrar en un estado ilusorio de éxtasis mientras vive el momento que está a punto de congelar.
A la vez, no se conforma con haber aprendido una técnica y explotarla hasta el final. Isabel disfruta experimentando, probando cosas nuevas (aunque algunas sean muy antiguas) para la impresión de sus imágenes. Y sobre todo, cuidando cada detalle como si le fuera la vida en él.
Aprender a través de la fotografía

“Es imposible escoger uno solo” reconoce Isabel cuando le pedimos que elija un trabajo que la haya marcado. Explica que todos forman parte de su historia de vida, que de todos ha aprendido algo y que muchos la han trastocado en lo más profundo. Se emociona hablando de su trabajo fotográfico con grandes simios, habla de cuánto le hicieron comprender sobre la humanidad y la naturaleza. Al mismo tiempo, sigue viviendo en cada una de sus imágenes de danza, y se reconoce a sí misma como una bailarina de la fotografía. También habla con nostalgia y dureza de las fotografías que tomó de las mujeres en el Congo, sobre cómo consiguió crear un vínculo con ellas a pesar de todo lo que las separaba. A lo largo de estos años, ha sido testigo fotográfico del ballet de Víctor Ullate; ha trabajado con artistas de la escuela de circo de Pekín y fotografiado a maestros Shaolin; en Camboya retrató la arquitectura y danza Khmer, y se interesó por los mutilados y la trata de niños; ha convivido con los pueblos Hammer, Banna, Bodi, Cursi, Caro o Nuer y ha retratado a las maras en El Salvador.

Y es que para Isabel, fotografiar es un lenguaje más que le permite acercarse y conocer para después alejarse y explicar lo conocido. Ella cuenta a través de sus imágenes para que los demás aprendamos observándolas.

Conciencia medioambiental

En su serie 'Agua', formada por una treintena de fotografías, Isabel Muñoz combina varios de los elementos característicos de su obra como son los desnudos, la danza o el movimiento con un solo objetivo: mandar un mensaje alertando sobre la degradación de los océanos.

Las fotografías, tomadas en las profundidad de los fondos marinos de las cosas de Murcia, Girona y Japón, muestran cuerpos desnudos que se entremezclan con las corrientes y se enredan en un mar de plásticos.
Gracias a la técnica de la platinotipia, la fotógrafa obtiene una amplia gama de tonos que desafían el ojo humano.

Este proceso minucioso y laborioso, que se ha convertido ya en una seña de identidad de Isabel Muñoz, aporta a sus fotografías una textura y unos tonos imposibles de conseguir con cualquier otro método de revelado.

Reconocimiento a su carrera profesional

Isabel Muñoz ha sido galardonada con algunos de los premios de los premios más prestigiosos de su ámbito, como dos World Press Photo en 1999 (en la categoría Arte y Entretenimiento) y 2004 (en la categoría Retratos) o el PhotoEspaña y la Medalla al Mérito de las Bellas Artes en 2009.
La fotógrafa también fue Premio Nacional de Fotografía de España en el año 2016, destacando el jurado "su trayectoria profesional, en la que combina el compromiso social con la búsqueda de la belleza, ahondando en temas como el cuerpo, el rito o la diversidad cultural. Con la singularidad de su utilización de una técnica tradicional aplicada a un lenguaje contemporáneo, conocedora de su oficio, sus obras son reflejo de una mirada en permanente búsqueda".
Sus fotografías forman parte de las colecciones de distintas instituciones y museos, como la Maison Européenne de la Photographie de París el New Museum of Contemporary Art de Nueva York, Foto Colectania de Barcelona, el Instituto Cervante o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid.

Todas las imágenes usadas en este reportaje son propiedad de Isabel Muñoz.
Descubre más contenido de la serie Maestros Domestika en este enlace.

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