¿Cómo podemos lograr que nuestra comunicación sea más inclusiva?

Nerea Aguado, especialista en comunicación inclusiva, nos brinda herramientas para repensar nuestros discursos y contenidos

En un momento especialmente sensible de la comunicación, somos muchas personas quienes nos preguntamos qué aspectos de nuestra forma de relacionarnos con nuestras audiencias podríamos mejorar. ¿Es nuestro discurso machista? ¿Estamos discriminando sin darnos cuenta? ¿Acaso estamos perpetuando estereotipos?

Nerea Aguado Alonso posiblemente sepa la respuesta. Ella es especialista en comunicación inclusiva y su trabajo consiste en guiar a empresas, asociaciones e instituciones públicas a comunicarse de una manera no discriminatoria y alineada con sus valores. Lo hace a través de la formación, de la creación de contenidos, de la coordinación de recursos y la planificación de procesos. Le pedimos consejos para aproximarnos a la idea de comunicar en igualdad también en el sector de la creatividad y las redes sociales. Estas son algunas de sus reflexiones que pueden ayudarte si eres una persona creativa que se dirige a una audiencia.

Aprende a desarrollar una mirada crítica

Según explica Nerea, es importante entender que, a pesar de que podemos tener buenas intenciones y considerarnos personas muy abiertas, en la comunicación siempre se juegan pensamientos inconscientes. Estos pensamientos suelen estar tan arraigados que ni nos damos cuenta de que los estamos transmitiendo. Para detectarlos, Nerea propone algunas reflexiones.

¿Nos hemos informado de dónde vienen las frases hechas y refranes?
¿Qué tanto sabemos del origen de las palabras y adjetivos?
¿Hemos pensado quienes establecen lo que es lícito en el lenguaje? ¿Sabemos, por ejemplo, cómo se ha conformado la RAE?

¿Somos conscientes de que ya existen formas inclusivas de decir las cosas sin necesidad de cambiar vocales ni de inventar palabras nuevas?

No te precipites hacia el uso de la x, la @ o la e

Estos caracteres suelen ser muy tentadores para la mayoría de las personas y las marcas que desean volverse más inclusivas, o demostrar que lo son. Sin embargo, Nerea advierte que utilizarlos puede convertirse una salida demasiado cómoda que banaliza el verdadero sentido del lenguaje inclusivo.

Respecto a la x y la @, Nerea es contundente: “yo no las recomiendo nunca”. La especialista explica que hay una razón muy puntual para que evitemos escribir amig@ o amigxs: las personas con discapacidad visual encuentran muy difícil comprender esos signos cuando utilizan los dispositivos que les leen los textos. “Es imposible la fluidez de la comprensión cuando se utilizan estos caracteres y, cuando hablamos de incluir, no tenemos que limitarnos al género”, observa. Por otro lado, ella revela que, como nuestra mente no está acostumbrada a estos signos, por defecto, los lee como los conoce, es decir, en masculino.

Respecto al uso de la e: Respecto al uso de la e: Ella destaca que decir ciudadanes o compañeres tiene un especial sentido para incluir a personas no binarias y en organizaciones sociales o en personas activistas, pero no en boca de cualquiera. A través de esta forma de expresarse, el activismo no solo busca ampliar la representación sino también manifestar una posición. "Un ejemplo de esto es cuando alguien de entornos activistas o políticos decide usar la “e” frente a un auditorio machista o conservador. En este caso, expresa una manera de plantarse frente al mundo, de delimitar una posición", detalla. "En situaciones de este estilo, el uso de la “e” expresa un planteamiento político tras una fase de pensamiento", resalta. La especialista resalta, en todo caso, que que "muchas personas utilizan la “e” para evitar plantearse el machismo del lenguaje y cambiar la “o” por la “e” de manera cómoda, sin revisar lo que implica el uso del masculino excluyente.

Explora las posibilidades que el lenguaje ya te está dando

Si Nerea recomienda esquivar la cuestión de las vocales y los caracteres, es porque entiende que ya existe una forma de lenguaje no sexista en nuestro vocabulario cotidiano. “Encontrarlo no es difícil”, asegura, “solo debes jugar con las palabras”. Ella da ejemplos puntuales: en vez de “clientes” puedes decir “clientela”, en vez de decir “consumidores”, puedes decir “quienes compran nuestro productos”, en vez de decir “proveedores y proveedoras”, puedes decir “las empresas que nos proveen”, en vez de decir “mis amigues”, puedes decir “mis amistades”. Si no sabes por dónde empezar, elimina palabras. Por ejemplo, no hace falta que digas “hola a todos”, di solo “hola”. Como regla, es siempre más fácil quitar que poner.

Aprende para qué sirven los estereotipos

Solemos decir que hay que combatir los estereotipos y luchamos contra ellos, pero es importante que sepamos que no vamos a poder eliminarlos nunca. Los estereotipos provienen del modo de funcionamiento de nuestro cerebro. "A nuestra cabeza le son útiles, implican un gran ahorro energético y nos permiten sacar conclusiones rápidas que necesitamos para tomar decisiones vitales. Son necesarios para agilizar procesos de pensamiento y comunicación, entonces más que combatirlos, tenemos que saber cómo funcionan para no caer en sus trampas", resume la especialista.

¿Cómo hacemos eso? Nerea tiene ejemplos para darnos. Si vendes productos de limpieza, tu primera tendencia será pensar en amas de casa mujeres que trabajan en el ámbito doméstico y cuidan de sus hijas e hijos porque ese es el estereotipo. Esa es una caja muy grande. Piensa ahora en cajas más pequeñas. Toma más estereotipos y mézclalos, crea realidades. Hay un caso de comunicación de éxito que partió de este esta premisa. Es el caso de los productos de limpieza Asevi Mio. que tomaron la representación clásica y la llevaron a otro nivel manteniendo siempre el concepto de hogares reales.

Para incluir, empieza por no excluir

La mayoría de las veces no hace falta tener conocimiento especial sino simplemente no excluir. El relato seguro siempre es contando por un hombre cis heterosexual, blanco y burgués pero ¿si salimos de ahi? ¿Si hacemos que hablen otras personas, que nos compartan sus mundos, con sus particularidades? "Como ya dijimos, nadie nace sabiendo y estamos juntos en este proceso de aprendizaje, por lo cual es interesante mirar a quienes asumen los riesgos de contar cosas como nadie las había contado y logran ser más inclusivos", rasalta. Aquí tienes un ejemplo.

Incopora formatos que te acerquen a otros públicos

Si realmente queremos lograr una comunicación inclusiva, es importante que comencemos a pensar, también, en las personas discapacitadas. Nerea revela que existen estadísticas muy puntuales que nos deben llamar a pensar sobre la necesidad de incluir a este sector: el 40% personas adultas en España tiene discapacidades permanentes o temporales y entre ellas, están los problemas de audición. Incluirlas puede ser tan simple como comenzar a poner subtitulos en nuestros videos.

Cómo saber si necesitas formarte

Según Nerea, en general, quienes piden asesoramiento en comunicación inclusiva son los que ya tienen alguna conciencia de sus falencias. Los que más lo necesitan, nunca lo piden. ¿Quiénes deberían considerar seriamente formarse en comunicación inclusiva? Las grandes empresas, las empresas que nunca tuvieron un departamento de igualdad, las personas freelance que trabajan en comunicación, las agencias y los medios. Esto no es fácil, claro. Según Nerea “no se trata solo de formarse en palabras, sino también de mirar la lógicas laborales”.

Y si necesitas ayuda…

Los procesos de asesoría en comunicación igualitaria incluyen formación, revisión, una guía concreta de acción y glosarios. Pero cada caso es distinto: no es lo mismo redactar una guía para un profesorado que una para una empresa de construcción u otro sector masculinizado. Hay un largo camino por delante para construir una sociedad más inclusiva y siempre es una gran idea dejar que nos guíen.
¿Quieres aprender más sobre este enfoque de la comunicación? Chequea las propuestas educativas que diseña Nerea.

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denise.tempone