Aprende a trabajar la luz en ilustración y cómo aplicarla en función de los colores, con Pablo Velasco
No es lo mismo un naranja rodeado de tonos oscuros que el mismo color sobre un fondo blanco. Entender la manera en la que nuestros ojos interpretarán los colores y las luces en una ilustración es fundamental para conseguir detalles más sofisticados, como sombras, profundidad y texturas.
En este tutorial, Pablo Velasco Bertolotto (@bertolotto), diseñador gráfico e ilustrador experto en conseguir muchos matices diferentes únicamente con rotuladores, nos enseña a entender los efectos generados por la elección de los colores. Descubre más en el vídeo:
3 tips para usar la luz en ilustración
1. Experimenta utilizar diferentes contrastes Como ya hemos explicado en la introducción de este texto, la percepción que uno tendrá de un color tiene que ver no solo con el propio pigmento sino con los tonos que lo rodean. En la imagen arriba, se ha utilizado exactamente el mismo marcador naranja para dibujar los cuadrados encerrados dentro de otros cuadrados de diferentes colores.
En el primer ejemplo, al estar rodeado de un color claro, el naranja parece más oscuro. Abajo, en comparación con el marco oscuro, parece más brillante.
Es fundamental tener esto en cuenta a la hora de elegir los colores que emplearás.
2. Utiliza colores fríos para las sombras, y calientes para las luces Utiliza tonos azulados como base para las sombras. "No siempre somos capaces de ver estos colores fríos en las sombras, pero en ilustración funcionan muy bien", enseña Pablo.
Las luces, sin embargo, para transmitir inequívocamente la idea del punto de incidencia, deberían estar dibujadas con colores como el amarillo y el naranja, por ejemplo.
3. Experimenta con los matices de la luz sobre los objetos
Es importante ubicar –aunque mentalmente– el punto que emite la luz hacia tu objeto. Ello determinará las zonas más luminosas, las más oscuras y el sentido de la sombra.
En una esfera, por ejemplo, ve reduciendo gradualmente los efectos de luz a sombra, empleando primero los marcadores con colores más cálidos y vigorosos en la zona que imagines que esté más cercana al punto de luz, y haciendo poco a poco la transición hacia los tonos más fríos.
Con la sombra, lo mismo: será más oscura en el punto cercano al objeto, desvaneciéndose según se aleja de él.
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