miércoles, 10 de febrero de 2021

¡Hasta siempre Alberto Corazón! Adiós a un maestro del diseño español

¡Hasta siempre Alberto Corazón! Adiós a un maestro del diseño español

Despedimos a uno de los diseñadores gráficos más influyentes del siglo XX en España

No es exagerado decir que las huellas de Alberto Corazón están por toda España. Si has caminado por las calles de ese país, las has visto en logotipos de empresas como la Biblioteca Nacional, la Casa de América, el Ministerio de Sanidad y Consumo, la Junta de Andalucía o la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). También las has visto en los logos que identifican a los trenes de Renfe Cercanías, a la Compañía Nacional de Teatro Clásico, o a la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), entre otras. Esas son las huellas inmediatas de este creativo clave en la cultura española fallecido hoy, pero su obra y su pensamiento también han calado por la manera en la que Alberto Corazón abordó su trabajo en el diseño, la fotografía, la escultura y la pintura. En todos estos ámbitos marcó su legado más imperecedero, un legado perfectamente comprensible incluso para aquellos que nunca caminaron por las calles de España. Como diseñador, Corazón supo aproximarse a su trabajo con disposición humanista. Su formación en Sociología y Ciencias Económicas lo llevo a abordar con un enfoque antropológico cada una de sus decisiones: qué comunicar, cómo, por qué y con qué uso. Ha sabido ser metódico, racional y práctico con clientes de la estirpe del Tesoro Público, la Universidad Autónoma de Madrid, el Círculo de Bellas Artes, el Ayuntamiento de Murcia, la Junta de Extremadura o la Librería Antonio Machado. Su marca, sin embargo, ha sido defender su vuelo artístico sabiendo que detrás de cada uno de sus trabajos, había mucho más que un diseño. Consciente de formar parte de una generación que debió reinventar la imagen de las empresas públicas españolas tras el franquismo, Corazón se conectó a esa nueva etapa desde el deseo de colaborar con crear un nuevo tipo de conexión entre estas y los ciudadanos. encarando su trabajo con alegría y compromiso. Nada sorprendente para alguien que supo ser miembro de Ciencia Nueva, una pequeña empresa editorial española fundada en 1965 y especializada en la edición de ensayos que fue clausurada por el régimen franquista en 1970 por sus evidentes rasgos de libertad y crítica. Como diseñador, Corazón supo guiar hacia caminos afortunados la identidad simbólica de entes totalmente despersonalizados y desgastados hasta entonces, como autonomías, aseguradoras y bancos. Y logró esto sin descuidar su fructífera vida artística expresada en obras muy atractivas que se desplazaron en espacios icónicos de la ciudad que lo vio nacer, Madrid, y del mundo. De hecho, una encuesta realizada en el año 2000 por la revista profesional El Publicista ya lo reconocía como el diseñador gráfico español más influyente del siglo XX. Sin dudas, fue esta percepción de su rol clave en la cultura lo que lo ha llevado a ser elegido como Comisario Científico de la exposición Signos del Siglo: 100 años de diseño gráfico en España, y premiado en tantas ocasiones. En su vida, ha sido reconocido una y otra vez: en 1989 con Premio Nacional de Diseño, tiempo después de haber logrado el reconocimiento internacional del Arts Director Club de Nueva York y un British Design Awards, entre muchos otros que vendrían. De hecho, fue el único diseñador europeo que ha recibido la medalla de oro del American Institute of Graphic Arts. Era también Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 2006 y en 2011 obtuvo el premio Descubrir el Arte por su trayectoria Artística. Hoy se considera a Corazón como un actor clave no solo a la hora de crear sino también a la hora de catalogar la creatividad española y guiarla a ella también en el sinuoso camino de la definición de su identidad.

Seas de donde seas, si trabajas con la imagen y la comunicación, encontrarás el legado universal de Corazón en su enfoque sobre el mundo del diseño, porque no solo supo aplicarlo: supo diseccionarlo, expresarlo, y reinterpretarlo como ensayista, analista y profesor. Es decir, como el verdadero maestro que despedimos hoy. También te puede interesar:

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denise.tempone

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