Te presentamos una guía básica para salvaguardar tus datos personales y financieros en línea
Mantenernos conectados para trabajar y estar informados —así como para comprar, entretenernos o ejercitarnos— nos ha ayudado a permanecer cuerdos en estos tiempos surreales de distanciamiento social.
Las videoconferencias, chats en línea y celebraciones virtuales en numerosas plataformas (Zoom, Skype, Microsoft Teams, WebEx, etc.) ya son parte de nuestra vida diaria, mientras que las redes sociales han servido para estar cerca de nuestros amigos, colegas y seres queridos. Hasta ahora, nada amenaza con interrumpir este vínculo con el mundo exterior, algo realmente tranquilizante. Sin embargo, tanta actividad en línea requiere un gran cúmulo de datos personales y financieros para funcionar, lo que nos expone a potenciales amenazas a nuestra seguridad.
Hoy, más que nunca, necesitamos seguir ciertas directrices de seguridad cada vez que nos conectamos a la red. Aquí te ofrecemos una corta lista de lo que puedes realizar:
1. Seguridad en las llamadas de Zoom
Aunque este consejo de Wordfence usa como ejemplo la comunicación vía Zoom, también se puede aplicar a todas las demás plataformas de videoconferencia.
Primero, mantén el software de Zoom actualizado para corregir errores de programación. Ten cuidado con las invitaciones por parte de desconocidos y, sobre todo, no hagas clic en un vínculo colocado en un email: es más seguro copiar el URL y pegarlo en tu navegador.
Si te proporcionaron una contraseña de ingreso, úsala. Si eres el anfitrión de una videollamada en Zoom, establece controles para que solo tú puedas compartir imágenes o la pantalla con otros. Asegúrate de que tus sesiones estén protegidas con contraseña para impedir que ingrese un usuario no solicitado. También es recomendable activar la función de “sala de espera” y así verificar la identidad de todos los invitados antes de empezar.
2. Contraseñas
Trata de seguir estas reglas a la hora de establecer una contraseña:
No uses información personal.
No uses palabras reales.
Crea contraseñas más largas.
Modifica las frases fáciles de recordar.
No olvides usar diferentes contraseñas para cuentas distintas, incluyendo las de redes sociales.
Establece preguntas de seguridad. Esta opción está disponible en la mayoría de los sitios de redes sociales.
Si en tu teléfono o dispositivo móvil has instalado apps de redes sociales, protégelo con una contraseña de desbloqueo.
Cambia todas tus contraseñas regularmente.
No ingreses contraseñas en aparatos o redes que no controlas.
Para que a los hackers les resulte más difícil romper tus candados de seguridad, utiliza una autenticación de dos factores o 2FA.
3. Actualizaciones de sistema
Instala actualizaciones de tu sistema operativo tan pronto como te sea posible, pues contienen correcciones esenciales, protección contra virus y programas de espionaje, así como contra otros software maliciosos. Un sistema operativo al día no solo te defenderá de ataques cibernéticos, sino que también hará que tu dispositivo tenga un mejor desempeño.
Como lo mencionamos antes, de ser posible actualiza todas tus apps y ten al día tu antivirus.
4. Configuración de privacidad en las apps
Muchas aplicaciones requieren tu información personal para funcionar, de ahí la importancia de revisar y configurar a conciencia tus preferencias de privacidad. Como regla general, trata de compartir la menor cantidad de datos posible. Tampoco olvides los canales sociales a los que te has suscrito: estas cuentas desatendidas son un anzuelo para los hackers.
“Probablemente pasas mucho tiempo navegando en estas aplicaciones, ya sea poniéndote al día, reproduciendo música y películas, conectando con amigos o compitiendo en carreras con personajes de dibujos animados. Sin embargo, es importante que cada tanto hagas una revisión profunda para asegurarte de que no estén recolectando más datos de los que deberían, o incluso controlando tu dispositivo más allá de lo adecuado”, explica Casey Chin de Wired.
5. Ten cuidado con lo que compartes
Parece obvio, pero mucha gente olvida esta regla: no reveles información personal sensible. Por ningún motivo compartas tu dirección personal ni la de los lugares que visitas con frecuencia; tampoco des a conocer ningún detalle financiero ni tu número telefónico o el de otras personas. Mantén tu cumpleaños o los anuncios de bodas, nacimientos o graduaciones fuera del dominio público. Cada vez que subas o compartas fotos con el mundo, recuerda que pueden contener muchas pistas e información que pueden colocarte a ti, a tu familia o amigos, en un riesgo involuntario.
Versión en español de @art_torres_landa
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