Aprende paso a paso esta técnica sencilla para dar forma de piedra a una bola de arcilla, con Xenia Blas
Xènia Bas (@xenia_bas) es ceramista y cofundadora de Bas, un taller de cerámica en Barcelona. Le gusta pensar que una buena maceta no solo acoge y brinda soporte a una planta, sino que también destaca su belleza.
Una de las formas más sencillas y prácticas que le puedes dar a una maceta de arcilla es una piedra. Muy fácil de moldear con las manos, queda bonita y permite múltiples variaciones, como Xènia nos enseña en este tutorial:
5 pasos para crear una maceta en forma de piedra utilizando la arcilla
1. Corta el bloque de arcilla en diferentes partes
Si quieres crear más de una maceta a partir de tu bloque de arcilla, utiliza una herramienta muy sencilla, un hilo atado a dos cables –que pueden ser las dos partes de una pinza de ropa, por ejemplo–, para cortarlo. Para crear macetas de diferentes tamaños, recuerda no cortar el bloque en partes iguales.
2. Amasa bien cada uno de los bloques
Es una etapa fundamental, que te permitirá preparar bien el barro. Si hubiera algunas partes más secas que otras, el amasado se encargaría de homogeneizar la arcilla.
Diferentemente de lo que se hace al preparar la masa de un pan, por ejemplo –cuando debemos introducir aire a la base–, aquí deberíamos quitarlo. Para ello, trabaja de manera a deliberadamente compactar la masa, utilizando la base de las palmas de las manos e imponiendo una cierta presión centrípeta al material.
Recuerda hacer el proceso de amasado sobre una superficie porosa, como la madera, para evitar que trozos del barro se queden pegados a tu área de trabajo.
3. Empieza a moldear el exterior de la pieza
Si lo que vas a esculpir es una maceta, una estátua o una vajilla, tienes que empezar siempre por la parte exterior. Luego ya se excavará el interior de la pieza para poder crear los huecos y concavidades que te convengan. Con la base muy bien amasada, ve moldeándola con las manos hasta encontrar una forma que te agrade. Recuerda quitar las grietas que se formen, buscando la máxima homogeneidad posible.
Lo bueno de hacer una maceta en forma de piedra, según Xènia, es que se trata de un formato aleatorio: no tienes que moldear caras totalmente uniformes.
Recuerda: al tratarse de una maceta, lo que sí debes hacer es moldear una base estable que le permita mantenerse en pie a la vez que sostiene una planta.
4. Deja la pieza secar un poco antes de seguir
Si continúas manipulándola indefinidamente, la pieza perderá la forma que le has dado, ya que todavía está bastante blanda. Déjala secar unas tres o cuatro horas antes de empezar el proceso de vaciado.
5. Empieza el proceso de vaciado
Acentúa los planos y las curvas de la forma exterior de tu pieza, ya más seca, frotándola un poco sobre la superficie de trabajo. Elige la cara que será el agujero de la maceta y empieza a vaciarla.
Utiliza un vaciador para sacar el material poquito a poco. Cuida para que el hueco que vayas construyendo tenga paredes de un grosor similar y evitar hacer agujeros en la pieza mientras la vacías. Si acaso te equivocaras y terminaras abriendo una grieta o un agujero, basta con rellenarlos con más arcilla y moldear la zona otra vez hasta darle homogeneidad.
Una cosa a tener en cuenta es que, por lo general, las partes muy gruesas en una pieza de cerámica corren mayor riesgo de explotar durante la cocción, sea por la presencia de aire o de humedad en la pieza. Así que intenta crear paredes lo suficientemente finas para evitarlo pero, a la vez, lo suficientemente gruesas como para mantenerse firmes y no romperse fácilmente.
Puedes reutilizar los trozos de barro que saques del interior de la maceta y, amasándolos bien otra vez, crear otras piezas.
Espera a que se seque más para utilizar una esponja y definir más la forma, alisando completamente la maceta.
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