Pionera del fotoperiodismo colombiano, su cámara ha capturado los últimos 50 años de historia del país
Cuando Viki Ospina empezó a hacer fotografías, ser fotoperiodista y mujer eran dos cosas prácticamente incompatibles: fue ella, junto a otras fotógrafas que han luchado durante décadas por reivindicar su papel en el mundo, la que consiguió que poco a poco las mujeres encontrasen un hueco en la profesión. Y, de paso, Ospina consiguió capturar a través de la lente de su cámara todas las contradicciones de la historia reciente de Colombia.
La fotógrafa nos recibe en su estudio para iluminarnos con toda la sabiduría acumulada tras décadas de trabajo constante. Apasionada por capturar la verdadera esencia de las cosas y también por transmitir todo lo aprendido a lo largo de su extraordinaria carrera, Ospina repasa los momentos más importantes de su vida en el siguiente vídeo.
Pionera del fotoperiodismo colombiano
Con apenas veinte años, Ospina se compró una Canon F-1 y empezó a tomar fotografías de todo lo que la rodeaba. Pero jamás se imaginó que llegaría a dedicarse a ello profesionalmente: era muy extraño ver a una mujer fotógrafa.
Un día decidió intercambiarse con otro fotógrafo que iba a cubrir una manifestación: él se encargaría de la sesión que le tocaba a Ospina (unas fotografías en un club) y ella se iría a hacer fotos a las protestas. Una de sus fotos, la de un policía golpeando a un estudiante, fue portada del diario El Periódico al día siguiente, y así empezó su carrera.
Una perspectiva única de Colombia
La fotógrafa ha retratado a personajes populares pero también a gente corriente viviendo su día a día: ante el objetivo de su cámara han desfilado todos los contrastes y contradicciones de la sociedad colombiana del siglo XX. Desde las mayores alegrías hasta las más profundas tristezas, Ospina ha construido una mirada única a lo largo de sus cincuenta años de carrera.
Para ella, un retrato, sea de un personaje conocido o de una persona corriente, debería ser capaz de revelar la esencia más profunda del retratado. Un proceso al que ella se entrega desde lo analógico: Ospina nunca ha dejado de trabajar en este formato, que le permite apreciar más la materialidad de las imágenes, trabajarlas hasta el final y controlar todo el proceso.
Fotografiar es cultivar una mirada
Ospina está convencida de que hacer fotografías es una vía extraordinaria para transmitir al resto del mundo nuestra visión personal de las cosas, pero sin olvidar nunca que no hay que entrar en la profesión pretendiendo hacerse famoso: para ella, la fotografía es un oficio más, pero un oficio al que, si uno quiere, puede entregarle la vida.
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