Descubre cómo una producto sencillo y un diseño eficiente pueden cambiar al mundo
Hablamos con Francisca Apparcel, cofundadora de Chilote Shoes (@chiloteshoes), un proyecto de moda textil fundado en el sur de Chile, cuyos principios esenciales son la sostenibilidad y el comercio justo. De forma importante, emplea a mujeres, un tema de gran interés de cara a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Fran ha recorrido un camino muy interesante, en el que ha podido inspirarse de las culturas de países muy distintos entre sí. Nació en la pequeña ciudad de Osorno, justo donde comienza la Patagonia chilena, y creció rodeada del campo y la naturaleza. Posteriormente estudió Ingeniería Comercial en Santiago de Chile, y su interés en la moda textil la llevó a emprender un proyecto en Perú. Ahora vive en Höllviken, al sur Suecia, con sus dos hijos y su esposo Stiven Kerestegian, con quien co-fundó Chilote Shoes.
Lo determinante para la fundación de este proyecto fue que tanto Fran como Stiven sienten pasión el emprendimiento social. Stiven tiene una gran proyección internacional: ha tenido cargos directivos de innovación en empresas como Lego y Ikea. Fran está arraigada en el contexto social de la Patagonia y en los conceptos de ingeniería que potencian una economía ética. Con la unión de sus experiencias y formaciones, crearon este proyecto que el día de hoy emplea a un centenar de artesanas de zonas rurales de Chile. Fran nos habló de la esencia de este proyecto extraordinario que está haciendo ruido en el mundo del diseño.
Un proyecto de slow craft
Tu proyecto es principalmente una fuente de empleo para mujeres. ¿Cómo funciona?
Trabajamos de la mano de mujeres artesanas campesinas indígenas que viven en zonas rurales aisladas de la Patagonia chilena. Llevamos trabajo a lugares donde existen obstáculos de empleabilidad para mujeres, debido a la ubicación geográfica de sus hogares, barreras culturales, y en la mayoría de los casos, abandono escolar y maternidad temprana.
Por otro lado, estas mismas mujeres, dada su herencia cultural y estrecha relación con el oficio del tejido a palillo (dos agujas), poseen cualidades y condiciones únicas en esta técnica. Son expertas en un oficio manual, representativo y altamente valorado en países de economías desarrolladas.
Desde hace un par de años el craft y lo hecho a mano se están haciendo espacio en el movimiento global slow, que celebra lo auténtico, sostenible, ético, etcétera. ¿Qué es y qué significa para ti el movimiento slow craft?
En un sentido slow craft significa en los oficios que se pasan de generación en generación como una continuidad de conocimiento, pertenencia, contextos sociales y culturales. Son actos de entrega. Queremos mantener vivos esos oficios y hacerlos competitivos por medio de la sostenibilidad social, ambiental y económica. Para mí es importante porque habilita a mujeres campesinas a mejorar su calidad de vida a través de una actividad que les gusta y que las representa. Cada par significa horas de trabajo, dedicación y en este caso, amor.
Diseño y proceso creativo
Háblanos del diseño. ¿Cuál fue el proceso creativo para llegar a los distintos modelos?
La principal inspiración fue nuestro entorno inmediato. Su reconocimiento y revaloración fue clave para identificar los materiales, técnicas, identidad local y contenido cultural. Nada de esto hubiese sido posible de diseñar en un estudio en ciudades importantes. Nos interesa la relación con la cultural local, comunidades campesinas y disponibilidad de materiales locales renovables e innovadores.
El producto es resultado de la sinergia de un proceso de co-creación entre el diseño guiado de Stiven Kerestegian y el conocimiento de oficios ancestrales, almacenado por generaciones en las manos de comunidades de artesanas. Fue una mezcla entre rescate e iteración.
Queremos saber más del empaque y presentación del producto.
Cada par está hecho de lana, y algunos modelos tienen suela de piel salmón upcycled y convertida en cuero. Ambos materiales son descartes de nuevas industrias instaladas en la zona. También tiene un kit de reparación para extender la vida del producto.
Chilote Shoes crea un impacto y un valor medible en todos los participantes envueltos en el ciclo de vida de los productos. Por eso se puede acceder a toda esta información escaneando el QR code. De manera que más que solo un objeto, se transforma en una conversación, en un intercambio de información.
Menciona algunas fuentes de inspiración para el diseño de sus productos.
El producto nació como inspiración de la calceta chilota, tradicional calcetín tejido en lana de oveja de la isla de Chiloé. Fue por el hecho de estar aislada que la comunidad artesana desarrolló la creatividad de sus habitantes, quienes hicieron de la textilería en lana un verdadero arte.
¿Cómo fue el proceso creativo o inspiración para decidir la estética de las fotografías tipo life-style que vemos en sus redes sociales?
Nos encantan las colaboraciones. Identificamos amigos, artistas visuales con los cuales compartimos una sensibilidad y estética inspiracional por la Patagonia, su gente, geografía y cultura. Dejamos que ellos nos compartan sus momentos de tranquilidad e intimidad, pero siempre poniendo valor a lo que nos une: nuestro entorno inmediato.
Nos interesa mucho que cuiden el ambiente. ¿Qué significan sus certificaciones?
Desde 2016 estamos certificados como Empresa B. Nosotros medimos nuestro éxito por el bienestar de las personas, de las sociedades y de la naturaleza; observamos que podemos ser un agente de cambio y contribuir a dar soluciones a problemáticas sociales y ambientales. Usamos la economía como un motor del bien, y todo eso no es porque nosotros lo digamos así, sino que está medido y certificado.
Además, de acuerdo con cálculos de nuestras emisiones de CO2 por producción y envíos, colaboramos con Ecosphere+ a través del apoyo a un proyecto llamado Cordillera Azul en la Amazonía peruana. Las emisiones relativas a la adquisición del cliente se compensan a través de la protección de la selva amazónica.
Hablemos del éxito internacional y el reconocimiento de la marca en el mundo del diseño.
Llevamos ya casi ocho años en el mercado, y con el tiempo nos hemos posicionado como una marca de diseño independiente de impacto positivo. Partimos en 2011 asistiendo a una feria en NYC (NYNOW) donde fue sorpresivamente exitoso. Además hemos recibido premios de diseño como A Design Award; 2011 IDEA Award (International Design Excellence Award) de IDSA; Core77, Design for Social Impact (Professional Notable); Eco Choice Award y Premio Chile Diseño, QVID, entre otros.
Modelo de negocio
¿Cómo funciona su sistema de producción?
Nuestro modelo de producción es inclusivo, ya que habilitamos a estas mujeres a tener acceso a una remuneración digna sin que tengan que cambiar su estilo de vida ni emigrar en busca de oportunidades.
Actualmente trabajamos con cuatro grupos ubicados en distintas zonas geográficas. Cada grupo selecciona una líder, quien, de manera independiente a nosotros, organiza, supervisa y realiza el primer control de calidad. Es a ella a quien se le envía a su casa todos los materiales y especificaciones de producción, y es ella quien redistribuye todo entre su grupo de tejedoras. Una vez que está listo el producto, se envía a Osorno, donde se ubica nuestro taller.
En términos de producción, ¿cuáles son las ventajas de usar materia prima y mano de obra local?
Nuestros elementos constituyentes son tres: capacidad productiva artesanal (tejido a palillo), fibra natural disponible (lana) y reutilización de subproductos de industrias instaladas en zona sur (cueros).
Cuando seleccionamos estos elementos, primero definimos que debían ser todos locales, representativos, renovables y responsables para apoyar a la economía local. No es necesario cruzar el mundo para poder dar soluciones a tu entorno inmediato: muchas veces la respuesta está justo frente a tus ojos. Luego todas estas características son herramientas de diferenciación y de venta.
De lo local a lo global
¿Cuál es el perfil de tus consumidores?
Nuestro principal mercado está en los Estados Unidos, donde hay consumidores conscientes y amantes del diseño. Son cada vez más las personas que se informan sobre los productos que adquieren. Les importa saber dónde fueron elaborados, bajo qué prácticas y con qué materiales. El transparentar todo esto es es una ventaja competitiva clara y valorada.
¿Qué pueden aprender las mujeres al trabajar juntas en proyectos como el tuyo, que van más allá del emprendimiento?
Estas mujeres se han tenido que organizar conformando grupos independientes pasando a tener un rol de micro emprendedoras. Todo esto además mejora su autoestima y les da un sentido de pertenencia. Al recibir un ingreso extra, trabajando desde sus propias casas, tienen mayor independencia económica y participan de manera más activa en la toma de decisiones en el hogar.
Estas mujeres se reúnen, comparten, estrechan lazos sociales, se distraen en torno al tejido sin tener que salir de sus comunidades ni entorpecer su estilo de vida. Se sienten dignificadas, valoradas y por ende, felices.
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