Conoce el origen y las bases de esta bella técnica pictórica oriental
El Sumi-e (sumie) es una técnica ancestral de dibujo monocromático, basado en el uso de la tinta china, originaria de la pintura china e introducida en Japón a mediados del siglo XIV. Su nombre proviene de las palabras sumi, que significa tinta, y e, pintura. Su origen se le atribuye a la dinastía Tang (618-908) y fue introducida en Japón por los monjes budistas.
El budismo zen es una religión de autodisciplina, desapego, contemplación y respeto hacia la naturaleza, por lo que el Sumi-e incorpora dicha religión y filosofía: en su concepción no se hace distinción entre lo inanimado y lo animado. No hay clasificaciones, ni tampoco rangos; por tanto, el artista del Sumi-e representa solo lo esencial de los elementos, es decir, no se detiene en los detalles.
Evolución de la técnica
Originalmente, para el Sumi-e sólo se utilizaba tinta china en formato barra; se frotaba contra una piedra plana mientras se mezclaba con agua. De esta mezcla se obtenían distintas densidades para diferentes necesidades del artista y su obra, que siempre era monocromática.
Al llegar a Japón, la técnica se nutrió de la pintura originaria del país, como el uso del pincel de pelo fino con mango de caña de bambú, usado para realizar la técnica de trazo fluido; la aguada (técnica pictórica que mezcla en distintas cantidades de agua o alcohol diversas tintas, para obtener tonalidades más espesas que la acuarela); y el soporte tradicional, el papel de arroz. Actualmente, se combina con técnicas como la acuarela y el gouache.
La técnica, el pintor y los cuatro nobles
En China y Japón, la pintura es una extensión de la caligrafía, por lo que las pinceladas del pintor de Sumi-e tienen que fundirse con la naturaleza; deben ser suaves, sin buscar el control absoluto. De esta manera, el carácter del artista es revelado.
De ahí que el aprendizaje del Sumi-e inicie con el estudio de cuatro plantas y sus formas para aprender los trazos principales, conocidos como los cuatro nobles: la orquídea que representa a la primavera; el bambú para el verano; el crisantemo, el otoño; y el ciruelo en flor para representar el invierno.
Una de las características del Sumi-e es la no utilización de líneas muy marcadas y figurativas: esto hace que los elementos de una pintura solo aparezcan suavemente con las pinceladas, algunas manchas o líneas muy suaves. Si quieres aprender más sobre esta técnica ancestral, el curso 'Ilustración en acuarela con influencia japonesa', impartido por Flor Kaneshiro, es la mejor opción para dar tus primeros trazos y trabajar pasajes de color y manchas en la composición, con el objetivo de crear tus piezas de acuarela con pinceladas de estilo japonés.
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