La fotoperiodista que sin disparar capturó la esencia de toda una época
Pilar Aymerich volvió de estudiar en el extranjero con la cámara colgada del cuello y desde entonces no ha dejado de hacer fotografías. A ella no le gusta hablar de "disparar" fotografías, porque no se considera alguien violento: prefiere referirse a su oficio como una labor de pesca. Paciente y calmada, pero con las ideas muy claras, Pilar prefiere lanzar el anzuelo y esperar a que el pez pique. Entonces, toma la foto. Aprieta el botón y captura el momento.
En este video, nos abre las puertas de su hogar-estudio y nos habla sobre su trayectoria. No te pierdas sus consejos si estás empezando en el mundo de la fotografía: La intuición que supera la técnica
Para Pilar, la técnica es importante, mucho, y tienes que conocerla bien. Conocer bien tu equipo y saber trabajar en el laboratorio. Pero todo esto queda escondido si no se dispone de intuición, que Pilar define como esa sensación o fuerza que te hace tomar la foto en el momento adecuado. Que te hace saber cuál es el punto culminante de la situación para captarlo. No es necesario hacer mil fotos para conseguirlo, la magia está en encontrarlo solo con unas pocas.
Por esta misma razón, Pilar es muy crítica con el momento actual de la fotografía, en el que todos tenemos al alcance de la mano la posibilidad de hacer fotografías y la desperdiciamos sacando mil instantáneas que luego nunca veremos o poniendo siempre nuestra propia imagen como elemento principal. Ojos que capturan la historia
Pilar ha fotografiado momentos muy importantes de la historia de España y Catalunya, como numerosas manifestaciones que tuvieron lugar durante la dictadura franquista. También realizó retratos a personajes de la cultura como Mercé Rodoreda o Mario Vargas Llosa. La mayoría de fotografías que tomaba eran por encargo para las revistas en las que trabajaba, como Triunfo, Destino, Cambio 16, El País, Fotogramas o Qué Leer. Por todo ello se define, sin lugar a dudas, como fotoperiodista.
Siempre consciente de su papel como mujer, aprovechó su posición de fotógrafa para empezar a hablar de feminismo a través de las imágenes. Cubrió el primer evento feminista del país, las Primeras Jornadas Catalanas de la Mujer, en junio de 1976.
Pilar reconoce que, a día de hoy, siempre que pasa algo sigue saliendo a la calle cargada con su cámara. Es una costumbre que no se ha quitado nunca: seguir haciendo su trabajo siempre tan bien. Te puede interesar:
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