"Cómo me inicié en el cómic", por El Dee

Hablamos con uno de los exponentes del cómic independiente más importantes en México y descubrimos sus inicios y secretos para empezar a crear historietas

David Espinosa, mejor conocido como El Dee, es un diseñador mexicano que se enfocó en la ilustración y la creación de cómics. Autor de la novela gráfica Nido de Serpientes –ganadora del Premio Nacional de Novela Gráfica Joven en 2018– y creador del Twit Ilustrado, donde recopilaba tuits para dibujarlos y agregar algo de comedia a la plataforma. Además es protagonista de Yo y la muerte, un webcómic que bien podría ser una sitcom sobre las aventuras del Dee y su amiga la Muerte.

Conversamos con él para conocer sus inicios en el dibujo, sus dibujantes favoritos, la historia detrás de su primera novela gráfica y algunos consejos para iniciarse en la industria de los cómics.

La tienda de cómics y las grandes influencias

Su pasión por las historietas nació a los ocho años, cuando un cómic de los X-men llegó a su casa. Desde ese momento no se despegó de ellos: antes de convertirse en autor de sus propias historias trabajó en una tienda de cómics, lo que generó en él una obsesión por todas esas historias que le sirvieron como base para educarse a sí mismo sobre el tema y a allanar el camino para, finalmente, convertirse en uno de los autores de cómic más importantes de México.

Los Hernández Bros y su Love & Rockets están en la cima de sus influencias y considera que ese es el cómic más ambicioso de la historia. Le siguen Jim Mahfood con Grrl Scouts, Mike Mignola y Hellboy, el Cuarto mundo de Jack Kirby, sin olvidar a Bryan Lee O'Malley con su Scott Pilgrim. Pero la lista de influencias no termina ahí: "Me gustaría llegar a la sutileza de Jason, el historietista noruego y su humor. Todo lo que están haciendo en España en cuanto a cómic me vuela la cabeza, Javier Olivares es el mejor dibujante vivo hoy en día, y me fascina la manera de Álvaro Ortiz para contar historias".

Lo simple como base de la creación

El Dee define su estilo como una mezcla de todos los autores anteriormente mencionados, añadiendo sabor mexicano, que va desde lo prehispánico hasta lo más popular. Pero lo que se ha convertido en su sello personal es la simplicidad:

"Creo que el estilo se define en cómo solucionas las cosas y cortas caminos. Yo dibujo sencillo porque sé que sí me clavo en dibujar perfecto, jamás terminaría".

¿Qué es lo mejor del cómic como medio de comunicación artístico y creativo?

Me gusta que hacerlo puede ser barato, puede ser sumamente personal y hay audiencia para todos los gustos. Cualquiera puede hacer cómics. Todos deberían hacer cómics.

Tu primer acercamiento formal a hacer cómics fue con Yo y la muerte, ¿cómo fue el proceso desde el chispazo cuando nació la idea, hasta su publicación?

Empezó porque trabajo todo el día y Diana, mi novia en ese momento –hoy mi esposa– me dijo: "Un día va a venir la muerte por ti y te va a encontrar trabajando". Por esas fechas me habían escrito de la revista Tierra Adentro para mandar un cómic a la sección nacional, que publicaban en su última página. Mandé primero esa idea y luego otra sobre cómo la canción de "Pedro Navajas" me pone muy feliz, aún y cuando es súper violenta. Se quedaron con la segunda. Pero mientras dibujaba ese "número 0" de Yo y la muerte se me ocurrieron más interacciones de la Muerte conmigo y, como llevaba un tiempo sin hacer algún proyecto personal, decidí seguir contando esas historias. Dicho proyecto sirvió de experiencia para la que después sería tu primera novela gráfica, ¿cuál es la historia de Nido de Serpientes?

Después de un tiempo de hacer Yo y la muerte, me dieron ganas de contar historias más largas y en 2018 decidí que me iba a meter a todas las convocatorias que pudiera. La más llamativa era el Premio Nacional de Novela Gráfica Joven. Fue la excusa perfecta para compilar las historias de mis amigos y yo cuando estábamos en la preparatoria y tocábamos en horribles bandas de garage y nos metíamos en problemas con la policía. Me interesaba contar una historia de provincia, alejada de la capital mexicana y todo lo que lleva el contexto de vivir en una playa, que es más para los turistas que para la gente que vive ahí. Así nació Nido de Serpientes.

Con esta experiencia, ¿cuáles consideras que son los errores más grandes al iniciarse en el cómic? ¿Se pueden evitar o son primordiales para el crecimiento?

Creo que el principal sería no enfocarte mucho en lo escrito por estar pensando solo en el dibujo. Hay que buscar el balance perfecto; tener una historia o chiste sólido es más valioso que tu proeza como dibujante. Hay gente con dibujos bien simples que son unas bombas escribiendo y eso genera una relación estética/voz bien bonita.

También fallamos al querer tener las herramientas más caras o las "indicadas" para empezar a dibujar; es un gran error, sólo dibuja. Todos pasamos por estos errores y más, pero se vale si puedes ahorrártelos. ¿Qué disfrutas más: crear historias o darles vida a través del dibujo?

Sin duda, dibujarlas. Creo que como escritor me falta muchísimo. Como autor de cómics te enfocas mucho en mejorar por el lado del dibujo, pero en la parte de la narrativa no practicas con frecuencia; quiero enfocarme más en eso, mejorar como cuenta-historias... aunque también debería mejorar como dibujante. Uno nunca termina de querer mejorar.

¿Tienes alguna obsesión como creador de cómics?

Que el grueso de mi línea sea lo más consistente posible. Es algo que me obsesiona mucho. He intentado adelgazar mi línea un millón de veces y no me sale natural.

¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?

Terminarlo e irme a jugar videojuegos. Me encanta verlo terminarlo, conocer cómo queda la pieza o el cómic final es mi parte favorita. Enseñárselo a las personas que son tu filtro personal y ver cómo lo disfrutan... ❤️ El Dee.

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Lo que más me limita es el tiempo. Me encantaría que el día tuviera 48 horas, porque entre el trabajo en ilustración comercial, dormir y mis proyectos personales de cómic, el día no me alcanza.

La mayor satisfacción, sin duda, es saber que la gente se involucra y se ve reflejada en las historias que cuentas: desde tatuajes que he visto de Yo y la muerte, hasta gente que se ha acercado a decirme que leer Nido de Serpientes se siente como sus años de locura con sus amigos. Ahí es cuando te das cuenta que las ojeras por levantarse temprano para hacer cómics valen la pena.

¿Algún anticonsejo para todos aquellos que quieran empezar a hacer novela gráfica?

Espera demasiado para contar una historia. Creo que el mejor momento es YA. Cuando finalmente "tengas tiempo" o "ya seas suficientemente bueno", esa historia seguramente ya no te va a gustar o a alguien más se le ocurrirá primero. No hay que esperar tanto, solo hay que hacerlo.

martinjuliov