
¿Sabías que puedes transmitir emociones con pocos trazos?
Paso 1: Dibuja una cara base
Comienza con una forma de rostro simple: puede ser un círculo, un óvalo o una silueta básica. No es necesario agregar detalles, lo importante es que tengas una plantilla neutra donde puedas probar distintas expresiones.
Consejo: deja espacio suficiente para ubicar cejas, ojos y boca.
Paso 2: Traza dos cejas rectas
Dibuja dos líneas horizontales encima de la forma del rostro. Estas líneas representan las cejas, y su posición o inclinación comenzará a sugerir emociones.
Puedes probar con trazos largos, cortos, rectos o angulados.
Paso 3: Modifica la inclinación de las cejas
Cejas inclinadas hacia arriba en el centro suelen expresar preocupación o tristeza. Inclinadas hacia abajo en el centro, generan sensaciones de enojo, esfuerzo o concentración.
Haz varias combinaciones y observa cómo cambia la emoción que transmite el rostro.
Paso 4: Añade ojos y una línea para la boca
Agrega dos puntos o trazos simples para los ojos y una línea curva para la boca. No hace falta más para que tu personaje comience a expresar emociones claras.
Una línea curva hacia arriba puede indicar alegría. Hacia abajo, tristeza. Una línea recta puede comunicar neutralidad, seriedad o incluso incomodidad. Paso 5: Compara resultados
Haz varias versiones del rostro cambiando solo la forma y posición de las tres líneas (cejas y boca). Compara y clasifica según la emoción que percibas: enojo, duda, entusiasmo, cansancio, sorpresa, entre muchas otras.
Este ejercicio te permite ver cómo, con mínimos elementos, puedes comunicar mucho ¿Quieres seguir explorando?
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